Valter Longo, el 'gurú de la longevidad'.

Valter Longo, el 'gurú de la longevidad'.

Salud

Valter Longo, experto en longevidad: "Evita estos pescados tóxicos en España, aumentan el riesgo de tumores"

Longo ha escrito un artículo para la prensa italiana en el que aporta cinco consejos para consumir pescado de manera segura y saludable

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J. Rodríguez
Publicada

Ser longevo es algo que no nos podemos proponer por completo. Está claro que existen factores muy importantes, como la genética y la suerte, que no podemos controlar para superar los cien años.

Lo que sí podemos hacer es reducir nuestro riesgo de enfermedades y asegurarnos un día a día saludable. ¿Cómo? En realidad, todos lo sabemos, pero no siempre es fácil aplicarlo. Debemos tener buenos hábitos de vida.

Es decir, que si fumamos, debemos dejarlo cuanto antes. Si hacemos un consumo abusivo de alcohol, debemos cortarlo. Si no hacemos ejercicio, deberíamos empezar ya. Y también empezar a tomarnos nuestras horas diarias de sueño en serio.

Por supuesto, también necesitamos una alimentación saludable, el factor en el que muchos están buscando ese secreto para vivir más tiempo. Pero, ¿qué alimentación exactamente nos puede ayudar en este sentido?

El doctor Valter Longo, director del Instituto de la Longevidad de la Facultad de Gerontología de la Universidad de California Sur, en Estados Unidos, propone un régimen que ha llamado "la dieta de la longevidad".

Se trata, básicamente, de una dieta casi vegetariana, dándole mucha importancia a los vegetales de bajo índice glucémico como las legumbres, los frutos secos, las verduras y los cereales integrales.

También concede una gran importancia a la utilización de grasas saludables en la cocina, como el aceite de oliva virgen extra, y recomienda hacer ayunos. Además, recomienda reducir el consumo de proteínas.

Proteínas y longevidad

En esta entrevista con EL ESPAÑOL, Longo advertía de que las personas jóvenes están tomando demasiada proteína y de que el exceso de aminoácidos en la dieta puede causar daño en el ADN.

Por esta razón, avisa sobre que deberíamos evitar la presencia de carne roja e, incluso, blanca en nuestra dieta diaria. Pero, sorprendentemente, el pescado sí que le parece recomendable si se toma entre una y tres veces a la semana.

Ahora bien, Longo ha escrito un artículo recientemente para el diario italiano Corriere della Sera en el que ha dado una serie de recomendaciones sobre cómo debemos comer pescado dentro de una dieta saludable.

"La dieta de la longevidad recomienda que los adultos de hasta 65 años consuman pescado de dos a tres veces por semana, evitando pescados potencialmente tóxicos", comienza en el artículo que él mismo firma.

En este sentido, Longo advierte de que los pescados pueden estar contaminados por múltiples sustancias, pero son los metales pesados los que más le preocupan. El pescado, en general, es un alimento seguro.

"Los metales pesados como el mercurio y el arsénico pueden dañar el sistema nervioso, alterar o debilitar la respuesta inmunitaria y aumentar el riesgo de desarrollar tumores", explica Longo.

Pescado en la dieta

Pero, además, este experto señala que debemos ser muy escrupulosos con su tratamiento en casa, ya que es una carne sensible a la infecciones por parte de microorganismos, y que algunos pueden tener microplásticos.

Por esta razón, Longo ha elaborado una lista de cinco puntos sobre cómo deberíamos consumir pescado de manera segura y saludable.

En primer lugar, debemos preferir los pescados "más pequeños y de vida corta, como las sardinas, la caballa y las anchoas, que tienden a acumular menores cantidades de mercurio" que otros como el atún o el pez espada.

En segundo lugar, que tomemos pescados que procedan de aguas limpias y fuentes sostenibles. Entre estas especies nombra a la trucha, al salmón salvaje o de cría responsable y al bacalao, todos con certificaciones.

En tercer lugar, desaconseja tomar más de una vez a la semana el mismo tipo de pescado y que los que puedan tener más cantidad de mercurio los tomemos cada dos o tres semanas.

En cuarto lugar, que congelemos el pescado y lo tomemos unos días después de comprarlo y, por último, que tomemos conciencia sobre la posible contaminación local de los pescados a los que tenemos acceso.