
Indigentes en Barajas.
Francisco Vizcaíno, tajante por la presencia de chinches en Barajas: "Puede derivar en otras infecciones bacterianas"
El dermatólogo advierte de las consecuencias que pueden tener las picaduras de estos insectos en los trabajadores del aeropuerto.
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Barajas sigue en el punto de mira. Y es que en las últimas semanas, empleados de la Terminal 4 han denunciado la presencia persistente de chinches, y otros insectos, en distintas áreas de trabajo donde pasan el día a día.
Mostradores, mesas de facturación, zonas comunes e incluso baños han sido señalados como los focos principales de infestación.
Una situación que ha generado un fuerte impacto entre el personal, quienes han comenzado a llevar a diario repelentes, ropa especial o incluso soluciones para las picaduras.

Una auxiliar de tierra del aeropuerto de Barajas.
Ante esta situación, el dermatólogo Francisco Vizcaíno ha advertido de las consecuencias médicas que puede tener esta situación, que cada vez preocupa más a los empleados.
Y es que según explica el experto "las picaduras de chinches pueden derivar en otras infecciones bacterianas".
Tal y como detalla Vizcaíno, las reacciones más comunes incluyen picor intenso, ronchas y pequeñas ampollas. Sin embargo, el problema aparece cuando, al rascarse, las lesiones se infectan, lo que requiere atención médica para evitar complicaciones.
Pero el impacto no es solo dermatológico. Vizcaíno subraya que el componente psicológico es igual de preocupante.
"La idea de estar invadido o ser portador de chinches genera ansiedad significativa. Puede derivar en insomnio, fatiga y dificultad para concentrarse", detalla el experto.
Y es que ya son muchos los trabajadores que reconocen sentir estrés permanente y miedo de llevarse los insectos a casa, algo que afecta directamente a su calidad de vida.
Los sindicatos apuntan a que la posible causa de esta plaga podría encontrarse en la creciente presencia de personas sin hogar que duermen cada noche en la terminal.

Vigilantes de seguridad en un control en Barajas.
Se estima que más de 400 personas utilizan los bancos, pasillos y zonas de descanso del aeropuerto como refugio nocturno. Una realidad, que pone de manifiesto un problema social que podría estar favoreciendo la propagación de estos insectos.
Sin embargo, no solo los trabajadores se han visto afectados. Numerosos viajeros han comenzado a compartir imágenes y testimonios en redes sociales, denunciando la presencia de chinches en determinadas zonas de la Terminal 4.
Unas publicaciones que han generado preocupación entre quienes tienen un viaje pendiente en avión desde la capital.
Por su parte, desde Aena, niegan que exista una plaga generalizada, aunque sí confirman que se han aplicado medidas de desinfección y tratamientos preventivos en zonas puntuales desde que se recibieron los primeros avisos.

Personal de limpieza en el aeropuerto de Barajas de Madrid.
Por este motivo, Francisco Vizcaíno, en declaraciones a El ESPAÑOL, ha ofrecido una serie de recomendaciones a los trabajadores de la terminal aparentemente afectada con el objetivo de prevenir posibles contagios:
- Evitar el contacto con superficies tapizadas: Las chinches suelen esconderse en tejidos como alfombras, sillones y cortinas. Es preferible utilizar asientos de plástico o metal y evitar colocar el equipaje en el suelo o sobre superficies blandas.
- Inspeccionar el entorno: Antes de sentarse o dejar pertenencias, revisar visualmente la zona en busca de pequeñas "manchas" oscuras. Las chinches adultas pueden dejar rastros visibles.
- Proteger el equipaje: Utilizar fundas protectoras de plástico para maletas y bolsas de plástico selladas para la ropa. No abrir estas hasta que se llegue al destino o zona libre de plagas.
- Higiene personal al regresar: Ducharse y cambiarse de ropa inmediatamente después de llegar a casa. Evitar sentarse o acostarse con la ropa utilizada durante el trabajo o viaje hasta haberla lavado.
No obstante, aunque desde la empresa gestora del aeropuerto se han iniciado algunas acciones de control, los trabajadores insisten en que no son suficientes y reclaman nuevas medidas para poder acudir seguros a sus puestos de trabajo.