Pedro Sánchez y Salvador Illa llegando a la Conferencia de Presidentes este viernes.

Pedro Sánchez y Salvador Illa llegando a la Conferencia de Presidentes este viernes. Europa Press

Política CONFERENCIA DE PRESIDENTES

Sánchez, arrinconado con Illa y Chivite: el cupo catalán dispara el "desacuerdo absoluto" en la Conferencia de Presidentes

Feijóo considera que el fracaso de la Cumbre evidencia que "estamos ante un Gobierno colapsado", por lo que Sánchez debe convocar elecciones ya.

Más información: Fracasa la Conferencia de Presidentes: los barones del PP piden elecciones ya y Sánchez dice que no habrá hasta 2027

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La Conferencia de Presidentes celebrada este viernes en Barcelona evidenció el rechazo de la práctica totalidad de los barones autonómicos al sistema de financiación privilegiada, equiparable al cupo vasco, que Pedro Sánchez ha prometido a Cataluña.

Algo que hizo inviable cualquier acuerdo, ante una propuesta que sólo respaldan expresamente el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y la presidenta de Navarra, María Chivite.

En cambio, cuenta con el rechazo de otros barones socialistas como el castellanomanchego Emiliano García-Page y el de Asturias, Adrián Barbón, quienes denuncian que el cupo catalán rompe la solidaridad entre regiones y privilegia a una de las comunidades más ricas, en detrimento de las demás.

Durante su turno de palabra, Salvador Illa pidió al resto de presidentes autonómicos que se alejen del "ruido, los prejuicios y los estereotipos", para aceptar el compromiso que Sánchez ha contraído con Cataluña.

Y en su comparecencia posterior ante los periodistas, se mostró "dolido" por la "desconfianza" que el resto de presidentes autonómicos mostraron ante una propuesta que, a su juicio, es reflejo de una España "diversa".

Pero el rechazo frontal de buena parte de los presidentes autonómicos al cupo catalán y a la condonación de la deuda (prometida por Sánchez a ERC) cerró la puerta a cualquier otro acuerdo.

Después de que los 13 presidentes autonómicos del PP le pidieran sin éxito que convoque elecciones anticipadas, Pedro Sánchez se aferró al reglamento de la Conferencia de Presidentes y se negó a votar las propuestas que habían planteado los populares.

Durante un acto celebrado pocas horas después en Oviedo, el líder del PP; Alberto Núñez Feijóo, consideró que el fracaso de la Conferencia de Presidentes ha evidenciado que "estamos ante un Gobierno colapsado".

A su juicio, Pedro Sánchez sólo buscaba que la Cumbre de Barcelona le sirviera de "escaparate para tapar sus escándalos y sus cloacas", señaló Feijóo, quien insistió que Pedro Sánchez debe convocar elecciones, tal como reclamaron también, uno tras otro, todos los barones del PP durante la Conferencia.

Ante el resto de presidentes autonómicos, Emiliano García-Page se mostró muy duro contra el cupo catalán y reclamó a Pedro Sánchez que ponga sobre la mesa una fecha y una propuesta concreta para debatir el nuevo sistema de financiación autonómica que acabe "la política de yo invito y tú pagas".

El barón socialista quiere que haya sólo un régimen común para todas las CCAA, sin "ningún privilegio, ni en versión singular ni ninguna otra".

Y ante los periodistas lamentó luego que en la Conferencia de Presidentes ha constatado que "el ambiente político de este país se ha convertido en asfixiante, de un frentismo populista barato".

Pese a todo, señaló, "los españoles tienen claro que el 90% del ruido es artificial, lo crea la clase política para seguir conservando su nicho electoral".

Aún más beligerante se mostró la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, quien denunció que el cupo catalán "no cabe en la Constitución", al igual que la ley de amnistía.

Ayuso denunció los ataques y las "campañas de desprestigio" del Gobierno contra los jueces y exigió a Sánchez, como el resto de barones del PP, que convoque ya las elecciones generales, para que los españoles puedan pronunciarse en las urnas.

El presidente de Aragón, Jorge Azcón, denunció que los partidos separatistas y el Gobierno quieren "romper el Régimen común dando a Cataluña un sistema similar al cupo vasco", que a su juicio resulta "inconstitucional", pues implica "dar más a quien más tiene".

Por su parte, María José Sáenz de Buruaga advirtió de que el Gobierno de Cantabria no va a permitir que el nuevo modelo de financiación autonómica lo decidan los partidos separatistas.

"España somos todos y el modelo de financiación se tiene que decidir entre todos, desde la multilateralidad y buscando el acuerdo, el máximo consenso", señaló al respecto.

A falta de acuerdos, la polémica de los pinganillos de Isabel Díaz Ayuso acabó eclipsando la Conferencia de Presidentes que este viernes debatió en Barcelona sobre la financiación autonómica y las políticas vivienda, inmigración, Justicia, sanidad y energía.

Pedro Sanchez rodeado de los presidentes autonómicos, durante la Cumbre celebrada este viernes en Barcelona.

Pedro Sanchez rodeado de los presidentes autonómicos, durante la Cumbre celebrada este viernes en Barcelona. Efe

Cualquier acuerdo resultó inviable. El presidente Pedro Sánchez impidió que se votaran las propuestas de resolución planteadas por las autonomías del PP, para evitar que quedara patente el apoyo mayoritario a estas medidas.

Entre otras iniciativas, los presidentes del PP proponían abortar el traspaso a Cataluña del control de las fronteras y la inmigración (por tratarse de una competencia exclusiva del Estado) y reforzar la presencia del Frontex en las costas.

También reclamaban retirar el Anteproyecto de Ley para la condonación de la deuda autonómica (prometida por Sánchez a ERC) y poner en marcha un mecanismo extraordinario de créditos FLA, para garantizar la liquidez de las CCAA.

Los presidentes del PP reclamaban igualmente dar marcha atrás a las reformas que impulsa el ministro Félix Bolaños (el nuevo Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, el anteproyecto de Ley de Enjuiciamiento Criminal y el proyecto de Ley Orgánica del Poder Judicial) que cuentan con el rechazo de la mayoría de asociaciones de jueces y fiscales.

Del mismo modo, proponían derogar la Ley de Vivienda (que impulsó Podemos) y la prohibición de desahucios, además de rebajar al 4% el IVA en la construcción y rehabilitación de inmuebles. Y liberar más suelo público de las Administraciones para la construcción de viviendas.

En otros ámbitos, los presidentes del PP pedían que el Gobierno central financie el 50% de la educación infantil y de la atención a la dependencia. Y que incremente el número de especialistas sanitarios e implante un programa de formación de urgencias y emergencias.

"Como no hay acuerdos, no se vota", objetó el presidente Pedro Sánchez para bloquear estas propuestas, aferrándose al reglamento de la Conferencia de Presidentes aprobado en 2022, que no menciona expresamente un mecanismo de votación.

En cualquier caso, ninguna de las iniciativas del PP habría salido adelante, debido al veto de Sánchez. Según el reglamento, los acuerdos de la Conferencia deben aprobarse por unanimidad de todos los presentes.

Y las recomendaciones sólo pueden aprobarse si cuentan con el respaldo, al menos, del presidente del Gobierno y dos tercios de las CCAA presentes.

Pero la votación habría permitido visualizar que las iniciativas del PP contaban con el respaldo mayoritario de al menos 13 gobiernos del PP (11 CCAA, además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla),

Debido a esta aritmética, tampoco salió adelante el plan que presentó Pedro Sánchez para destinar 7.000 millones de euros (el 40%, con cargo al Presupuesto de las CCAA) a la construcción de viviendas públicas entre 2026 y 2030. Una cifra que triplica la inversión del anterior plan de vivienda.

Sánchez incluía otras dos medidas en su plan: garantizar el carácter público de estas viviendas a perpetuidad (para que no puedan ser compradas por sus inquilinos ni enajenadas a fondos de inversión) y crear una base de datos común con las estadísticas del sector.

Sólo cinco CCAA aceptaron acogerse a este plan: País Vasco, Cataluña, Navarra, Asturias y Canarias.