
Julio Maset, médico.
Julio Maset, médico, alerta sobre el agua con gas: "Es saludable, pero no se aconseja para personas con…"
Cada vez más personas eligen el agua con gas, pero pocos saben que su consumo tiene matices importantes, según advierten los expertos.
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Muchas personas recurren al agua con gas como alternativa al agua convencional, habiéndose convertido en una de las bebidas preferidas de algunos consumidores porque aporta saciedad y una sensación refrescante, aunque podría no ser demasiado recomendada.
Hay expertos que aseguran que el agua con gas tiene una gran cantidad de beneficios para la salud, al haber investigaciones que sugieren que mejora la deglución en personas sanas y alivia el malestar estomacal. Además, podría ayudar a reducir el estreñimiento.
No obstante, algunos expertos, como el médico Julio Maset, han alertado acerca del agua con gas, que, aunque considera que es muy similar a la normal, hidratando de la misma forma y sin calorías, “no son exactamente intercambiables”.
@cinfasalud Tanto el agua con gas como el agua sin gas hidratan sin aportar calorías, pero ¿son igual de saludables? #CinfaSalud ♬ sonido original - CinfaSalud
El experto ha explicado que el agua con gas facilita la digestión y alivia la pesadez, sobre todo tras las comidas copiosas, pero advierte de que “no se recomienda para personas con reflujo gastroesofágico o con síndrome del intestino irritable, puesto que puede causar molestias.
En la publicación de Cinfa en TikTok (@cinfasalud), Julio Maset también destaca la forma en la que puede afectar a la salud la acidez del agua con gas, indicando que puede contribuir a erosionar el esmalte dental, aunque no lo hace tanto como las bebidas azucaradas.
Para evitar este problema, el médico destaca que lo más recomendable es que se tome en las comidas y siempre con moderación. Para concluir, destaca que el agua sin gas es la mejor opción para la hidratación diaria, y que el agua con gas es una alternativa a los refrescos.
Los beneficios de beber agua con gas
El agua con gas puede llevar asociadas una serie de ventajas que van más allá de su sabor, siendo una opción alternativa interesante a las bebidas azucaradas y los refrescos, a los que mejora por no tener calorías añadidas ni azúcares.
También es mejor a los mencionados por la manera en la que afecta a los esmaltes de los dientes, ya que a diferencia de lo que sucede con el azúcar de las bebidas, la carbonatación no estropea el esmalte dental, por lo que es una opción a tener en cuenta.
Esta bebida también ayuda a mejorar la digestión, al favorecer la capacidad de la persona para tragar. Un estudio ha podido confirmar que el agua con gas estimula los nervios necesarios para comer en mayor medida que cualquier otra bebida a la que se pueda recurrir.
Asimismo, otras investigaciones han confirmado que la mayoría de las personas se encuentran más aliviadas a la hora de aclararse la garganta cuando bebían agua con gas. Además, puede tener un impacto positivo en los movimientos intestinales.
Los investigadores creen que el agua con gas ayuda a reducir la gravedad de diferentes síntomas de indigestión, como el dolor de estómago, además de ayudar especialmente a aquellas personas que sufren de estreñimiento.
Continuando con sus principales ventajas, hay que hablar de su contribución de cara a la pérdida de peso, lo que consigue gracias a que genera una mayor sensación de saciedad de la que se puede sentir a la hora de beber agua del grifo o agua mineral.
También contribuye a esta sensación el hecho de que el agua con gas, según diferentes estudios, hace que los alimentos se mantengan en el estómago durante más tiempo. Cuanta mayor saciedad, menor necesidad de comer, favoreciendo así que se pueda adelgazar.
El agua con gas, a diferencia de los refrescos, no tiene fósforo, que es uno de los componentes directamente responsables de la reducción de la salud ósea. De hecho, hay quienes sostienen que el agua con gas puede mejorar la salud de los huesos, incrementando su resistencia.
Otro de los posibles beneficios de beber agua con gas es la posibilidad de que mejore la salud cardíaca. Un estudio ha demostrado que ayuda a aumentar el colesterol “bueno” (HDL), además de a reducir el colesterol “malo” (LDL) y los niveles de azúcar en sangre.
Consideraciones sobre el agua con gas
Más allá de recordar que deberían evitar el consumo de agua con gas las personas que padecen de mala digestión, reflujo o gases, así como las personas con hipertensión, existen algunas dudas a resolver sobre esta bebida.
Para empezar, hay que aclarar que el agua con gas no engorda, ya que no tiene calorías, si bien, si se le añade azúcar, sí que puede hacerlo, puesto que se trata de un ingrediente que aporta calorías, motivo por el que hay que fijarse en su etiqueta nutricional.
En cuanto a su consumo por parte de embarazadas, sí que pueden tomar agua con gas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, durante el embarazo, las mujeres tienen más tendencia a padecer gases y reflujo, por lo que puede aumentar la sensación de hinchazón y los eructos.
También es necesario aclarar que el agua con gas no provoca celulitis, pues su aparición se encuentra más relacionada con factores como una dieta rica en carbohidratos, sal y grasas, además de por el sedentarismo, alteraciones hormonales o exceso de peso.
En cuanto a su contenido en sodio, el agua con gas puede tener más o menos cantidad en función del fabricante. Puede tener sodio añadido, por lo que se aconseja siempre echar un vistazo a la lista de ingredientes en la etiqueta.
Por último, recordar que un consumo excesivo de esta bebida puede ocasionar eructos así como incomodidad y distensión abdominal.