Montse Abellà y Óscar Velasco, los dueños del restaurante VelascoAbellà en Madrid

Montse Abellà y Óscar Velasco, los dueños del restaurante VelascoAbellà en Madrid Joan Pujol Creus

Segovia

El chef Óscar Velasco, rotundo: "Perdí el trabajo y en dos años he montado un restaurante con estrella Michelin"

El segoviano asegura que su máximo reconocimiento es que cada día los clientes lo elijan y asegura que es imprescindible "cuidar a los productores".

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No todo el mundo nace con una vocación clara, a algunos les va surgiendo con el paso de los años. A veces se necesita mucho tiempo para entender cuál es el sendero de tu vida, sin saber que algún día -casi sin querer- alcanzarás lo más alto.

Esta es la historia de Óscar Velasco, un chef segoviano que se adentró en este mundo cuando era muy joven. Los fines de semana trabajaba en restaurantes y cuando se fue haciendo más mayor se planteó la idea de poder estudiar algo relacionado con el mundo de la hostelería.

Cursó Ingeniería Técnica Agrícola en Madrid, pero pronto se dio cuenta de que no era lo que le apasionaba. Poco después, tuvo la oportunidad de incorporarse a la Escuela de Cocina de Ángel del Alcázar con el curso empezado.

Montse Abellà en uno de los salones del restaurante

Montse Abellà en uno de los salones del restaurante Joan Pujol Creus

"Una persona me dijo que si me quería dedicar a la cocina, estudiara cocina", recuerda en declaraciones a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León. Gracias a ello, se dio cuenta de que era un mundo "enorme por descubrir" que le permitió entender que la cocina es "inmensa".

Asimismo, uno de los mensajes que le transmitieron en ese momento fue: "La vida te devolverá todo lo que estés dispuesto a ofrecer por ella". Y no ha sido para menos, porque solo dos años después de abrir su negocio ya ha logrado una estrella Michelin, dos soles Repsol y, recientemente, ha sido nombrado como el mejor cocinero de Madrid.

VelascoAbellà es el nombre del restaurante que ha montado con su mujer y que se ubica en la calle de Víctor Andrés Belaunde, en Chamartín. Un matrimonio que se conoció en el restaurante Santceloni del que se tuvieron que marchar tras más de 20 años porque la pandemia del covid-19 obligó a cerrar sus puertas.

Cuando se quedaron sin trabajo, pensaron que era el momento perfecto para dar un paso más. Con ilusión y mucho esfuerzo montaron el que hoy se ha convertido en uno de los referentes de la capital española.

"Nos sentamos en un momento que era oscuro para todo el mundo y nos planteamos este reto. Nos quedamos sin trabajo en pandemia y ahora tenemos nuestro propio restaurante con estrella Michelin", recuerda cuando están a punto de cumplir su segundo aniversario.

Ahora, mirando hacia atrás, se muestra orgulloso por todo lo que han logrado, pero afirma que su máximo premio es que los clientes les sigan eligiendo cada día.

Un espacio en el que buscan que los comensales se sientan "cómodos" y que lo vean como un hogar. "No nos marcamos el objetivo de tener en dos años una estrella, creo que eso es un error. Nosotros trabajamos para fidelizar a los clientes y poder tener el restaurante lleno", asegura.

Sabor de Castilla y León

Pese a que lleva 20 años viviendo en la capital española, Velasco no olvida sus raíces ni el lugar que le ha visto crecer. De ahí que en su despensa siempre tenga los mejores productos de Castilla y León para dar sabor a sus platos.

Una deliciosa elaboración de VelascoAbellà

Una deliciosa elaboración de VelascoAbellà Joan Pujol Creus

Destaca, especialmente, los tomates de Zamora o los espárragos de Tudela de Duero. "Trabajamos una cocina muy de producto, cuando tienes productos muy buenos, enriqueces tu propuesta", explica.

En este sentido, subraya la importancia de "cuidar a los productores" y de contar, a través de la cocina, "quiénes somos, de dónde venimos y los conocimientos que hemos ido adquiriendo".

Pese a que tiene claro que las nuevas tecnologías son un gran aliado, recuerda que es importante "no cambiar las cosas que funcionan". El chef segoviano tiene claro que es fundamental "apostar por los productores y ser respetuosos con las temporadas de cada alimento".

El afamado chef confiesa que no tiene un plato favorito, ya que depende de la ocasión y el momento. Aunque recuerda, con mucho cariño y apetito, el cochinillo de Segovia o los pinchos de lechazo de Traspinedo.

Un lugar de reunión

Tienen una oferta gastronómica muy amplia, ofreciendo a los clientes medias raciones. Sin olvidar que también cuentan con un menú degustación por 116 euros y la parte dulce está pensada por su mujer, Montse.

Desde la humildad, reconoce que todo les gusta "desde unos huevos a unas croquetas". Eso sí, tiene muy claro que el restaurante es mucho más que un lugar para comer, sino que se convierte en un espacio de reunión donde dar buenas noticias, hablar de preocupaciones o contar anécdotas.

Un espacio que, sin duda, está dando grandes triunfos a la pareja compuesta por Óscar Velasco y Montse Avellà con productos y platos que rozan la excelencia y con una clientela de altísimo nivel, sin olvidar nunca sus orígenes ni de dónde vienen.