Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG)

Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) Quincemil

Santiago

El TSXG confirma la condena a un fisioterapeuta por abusar sexualmente de una paciente en Santiago

El acusado fue condenado a dos años y un mes de cárcel y a indemnizar a la víctima con 10.000 euros

Más información: Condenan a dos años de cárcel a un fisioterapeuta de Santiago por abusar sexualmente de una paciente

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La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha confirmado la sentencia de la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña en la que condenó a dos años y un mes de cárcel a un fisioterapeuta de Santiago por abusar sexualmente de una paciente.

La Sala también ha ratificado la imposición de una indemnización de 10.000 euros a la víctima

El alto tribunal gallego determina que la declaración de la denunciante es creíble, pues "narra los hechos de forma clara y precisa, se descartan motivaciones espurias, existe una rotunda persistencia en la incriminación y cuenta con corroboraciones periféricas". 

Los magistrados añaden en la resolución que "el tratamiento prestado por el fisioterapeuta a la mujer no requería esa manipulación y esto es reconocido implícitamente por él, al negar en todo momento que llevara a cabo un tocamiento típico”. 

La sentencia no es firme, pues es recurrible ante el Tribunal Supremo. 

Los hechos

Según recoge la sentencia, en octubre de 2020 el investigado estaba tratando a la denunciante por un dolor de espalda y,durante la sesión, en la que se encontraban solos, abusó de ella.

"Sin consentimiento de la paciente y sin finalidad terapéutica", el fisioterapeuta introdujo su otra mano "dentro de la braga de la mujer y le tocó en la zona púbica y en la vulva, rozando con los dedos los labios vaginales", recogía el fallo.

El procesado retiró la mano cuando la paciente le recriminó su actitud y le pidió que parase. En ese momento, el hombre pidió disculpas por haberse "puesto un poco tontorrón" y añadió que la agredida tenía "un cuerpazo".

Como consecuencia de estos hechos, la víctima sufrió problemas para conciliar el sueño, pesadillas, pensamientos intrusivos y recurrentes, inseguridad personal, desconfianza hacia terceros y sentimiento vulnerabilidad.