Manuel Acevedo, CEO y fundador de Helpfull Viallage.

Manuel Acevedo, CEO y fundador de Helpfull Viallage. Cedida Fundación MAPFRE

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Manuel Acevedo, el canario que triunfa en EEUU con su app que conecta a los mayores: "Queremos cambiar la sociedad"

Su proyecto Helpful Village, ganador del Premio de Fundación MAPFRE a la Innovación, busca expandirse a España.

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"Nosotros hacemos tecnología, pero eso es algo secundario, porque el fin es ayudar a las personas mayores". Esa, dice Manuel Acevedo, fundador y CEO de Helpful Village, es la esencia de su proyecto, uno de los tres ganadores de la octava edición de los Premios Fundación MAPFRE a la Innovación Social.

Su plataforma, que gestiona el modelo de envejecimiento en casa y que facilita pedir ayuda 24/7, automatiza gestiones y ofrece videollamadas, mapas interactivos y geolocalización de voluntario, ya triunfa en Estados Unidos, donde cuenta con más de 40.000 usuarios.

Helpful Village complementa un modelo creado en Norteamérica allá en los 90, conocido como el Movimiento Village, que, como dice Acevedo, no es otra cosa que "un sistema de ayuda entre vecinos para que las personas mayores se queden en su casa".

Algo que recuerda a la vida en comunidad que antes existía en los pueblos, donde entre todos se atendía a los mayores. "Para nosotros lo más interesante era encontrar la manera de potenciar algo que es tan natural en los humanos, especialmente entre los hispanos", indica.

Porque, insiste, "el modo de vida moderno ha hecho que desaparezca esa red" de asistencia natural."Se habla mucho del aislamiento o soledad no deseada, se habla mucho del problema, pero bastante poco de la solución", matiza Acevedo.

Él, observando su entorno y analizando las villages que existen en Estados Unidos, país en el que vive desde hace años, se dio cuenta de que el quid de la cuestión estaría en "juntar a la persona con un grupo", especialmente si es de iguales.

Eso sí, confiesa que "el arte está en cómo atraes a mi mamá o a la tuya o a cualquier otra persona a juntarse a ese grupo". Y matiza sus palabras: "Si hablas con una persona mayor, a veces te dice que está bien en su casa, que no quiere lío ni ir a conocer a otra gente".

Muchas veces, recuerda el experto en tecnología y gerontología, el aislamiento comienza con la jubilación, acuciado por la tendencia actual de "dejar a un lado a los mayores".

En busca de un propósito

"Tendemos a pensar que la gente mayor necesita ayuda para todo y no es así", afirma Acevedo. Y apunta: "Es verdad que no pueden hacer lo mismo que antes, pero hay muchas cosas con las que pueden aportar".

Por eso, desde Helpful Village se apuesta por el "empoderamiento" de la persona y, sobre todo, la búsqueda de un "propósito".

Su plataforma facilita que las personas mayores intercambien conocimientos y habilidades y se ayuden entre ellas. Y lo bueno, dice, es que no es necesario ser ningún genio de la tecnología.

"Parte de la comunidad puede saber usarla y otra parte no, no pasa nada. Si tú no manejas el móvil o las apps, puedes llamar por teléfono y tu solicitud acabará en la plataforma de todas maneras", explica.

Cartel promocional de Helpful Village.

Cartel promocional de Helpful Village. Cedida

Y es que su funcionamiento es bastante sencillo. Por ejemplo, un informático jubilado tal vez no entienda de inteligencia artificial —lo que más se demanda ahora mismo en la profesión—, pero puede formar parte de la red de Helpful Village para ayudar a otro usuario a quien el ordenador o el móvil se le haya desconfigurado.

En ese match, además, no solo se intercambia una habilidad, que hace que, como dice Acevedo, la persona mayor encuentre un propósito y "se sienta útil", sino que se forjan amistades y relaciones. "Porque invita a que se llame a la puerta, a que se charle…".

Envejecimiento activo

El proyecto de Acevedo, a fin de cuentas, se basa en crear conexiones que vayan más allá de una actividad concreta fuera de casa cada semana. "La persona puede agendar una llamada, simplemente para charlar o encontrar a alguien que le acompañe al médico o a hacer recados", asegura.

En EEUU, esta herramienta se utiliza para que ese Movimiento Village se democratice y permita a otros perfiles —hasta ahora excluidos en cierta manera por el coste que suponía tener a un coordinador que solo podía gestionar un número muy reducido de usuarios— disfrutar de un envejecimiento activo en sus propios hogares.

Con tan solo una persona que coordine a toda una comunidad a través de la plataforma, más personas pueden acceder a un acompañamiento entre iguales a bajo coste.

Helpful Village busca, en un futuro, llegar a España. Y aunque todavía no está presente, para Acevedo tendría cabida como complemento o facilitador en los servicios sociales de los ayuntamientos, por ejemplo, o en diferentes fundaciones y asociaciones vecinales.

Inspiración materna

Acevedo cuenta que la inspiración para crear este proyecto no fue otra que su propia madre. Elda se pasó la vida en los viñedos familiares en Arico (Tenerife), pero tras una intervención en la rodilla se tuvo que enfrentar a una realidad compleja: ya no podía pasarse el día de arriba a abajo en el campo.

Fue en ese momento cuando, como sucede con el 21,4 % de los mayores de 65 años en España, según el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada, se enfrentó a esa triste realidad y, sobre todo, a la pérdida de propósito.

"Un día sin hacer nada, pues está bien, pero después de un mes, si no tienes ningún objetivo… es una situación dura para cualquier persona, y mucho más para los mayores", indica el creador de Helpful Village.

Acevedo observaba a más de 4.000 kilómetros de distancia cómo su madre, en esos primeros momentos de la jubilación, empezaba a perder habilidades.

"En un momento dado, dejó de conducir porque se sentía acobardada", confiesa. Sin embargo, en el momento en que encontró un grupo con el que jugar a la petanca y, sobre todo, a socializar, sus dinámicas cambiaron.

"De repente se empezó a juntar con este grupito, empezaron a hacer actividades y de un día para otro volvió a conducir de nuevo", cuenta. Esto, indica, le hizo darse cuenta de que "la decadencia física o psicológica no siempre es una curva para abajo… se puede revertir la situación".

Así, extrapoló esta situación cercana a nivel familiar a las necesidades de estas comunidades o villages en las que él había sido voluntario y que conocía en el entorno de California, donde vive en EEUU.

Un nuevo modelo social

Y es que, zanja Acevedo, "la psicología del envejecimiento es muy importante, y a veces la gente más joven no nos damos cuenta de ello". Porque, insiste, cuando uno encuentra propósito en su jubilación, cuando se ayuda a otras personas de la misma edad, cuando uno se mantiene activo, es más fácil evitar la "depresión total" que supone la pérdida del objetivo que pone el marco social actual.

Por eso, este canario hace hincapié en la necesidad de "transformar el modelo de sociedad" para buscar el propósito más allá del trabajo capitalista. "Los mayores no son un estorbo que necesitan ayuda, sino que hay que mantenerlos activos para que ellos mismos se ayuden y aporten al resto".

A fin de cuentas, lo que busca Helpful Village es "cambiar la sociedad y el modelo actual". Sembrar una semillita para que todos entendamos el envejecimiento de manera diferente. Porque, concluye Acevedo, "una persona mayor sigue siendo una pieza clave de la comunidad y tiene mucho que aportar".