Por su pelaje, los gatos son muy sensibles a las altas temperaturas.

Por su pelaje, los gatos son muy sensibles a las altas temperaturas. iStock

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Qué hacer para que tu gato no muera de calor en verano: así puedes refrescar a tu mascota en tres sencillos pasos

Veterinarios y etólogos coinciden en que las altas temperaturas suponen un peligro para los felinos, pero algunos sencillos hábitos pueden protegerlos.

Más información: Cómo preparar helados saludables para refrescar a tu mascota en verano

Raquel Nogueira
Publicada

El verano meteorológico comenzaba el 1 de junio con temperaturas máximas en buena parte de la península que superaban los 30 grados. Y aunque el calor extremo todavía no haya llegado, es hora de que preparemos a nuestras mascotas para cuando lo haga.

Es bien sabido que los perros son especialmente sensibles a las subidas en los termómetros, sobre todo por eso de pasear por el asfalto y salir a la calle varias veces al día.

Sin embargo, menos conocido es la vulnerabilidad de nuestros compañeros felinos al calor. Y es que, a pesar de poseer un sistema de termorregulación natural, solo cuentan con glándulas sudoríparas en las almohadillas de las patas.

Por eso, su sudoración natural no es suficiente para enfriar sus cuerpos. De ahí que, como indica un estudio publicado en la revista científica PubMed Central, los felinos domésticos han desarrollado su propio mecanismo de enfriamiento.

En concreto, tal y como indican los investigadores, las papilas de su lengua contienen cavidades huecas en forma de U que actúan como "mecanismos de absorción capilar".

Esto permite que "la saliva se distribuya eficientemente a través del pelaje". Según la publicación científica, la evaporación de saliva proporciona hasta el 25% del enfriamiento necesario para la termorregulación felina.

SOS golpe de calor

Estos son, según los expertos, los principales síntomas de un golpe de calor gatuno:

  • Respira con la boca abierta y con dificultad

  • Jadea

  • Tiene las orejas y las almohadillas muy calientes

  • Saliva en exceso

  • Tiembla

  • Se tambalea

  • Tiene las encías más oscuras de lo normal

Para evitar que estos síntomas se den, recomendamos seguir la tríada de los cuidados felinos contra el calor.

Estas son tres rutinas estivales básicas para cualquier familia que conviva con gatos. Además, se recomienda ventilar bien la casa, proporcionarle al animal lugares con sombra y fresquitos y no dejarle 'tomar el sol' sin control.

Cepillado (casi) diario

De ahí que cuando los termómetros suben, los gatos se acicalen más. Por eso, precisamente, es clave ayudarles para que el extra de pelaje no acabe en su estómago y se formen las tan molestas bolas de pelo.

En verano, cepillar a tu gato debería ser una rutina casi diaria. Aunque depende del animal, así que pregúntale a tu veterinario de confianza si tienes dudas al respecto.

De esta manera, evitamos que se le acumule pelo muerto y, por ende, le ayudamos a controlar su temperatura corporal.

Peinar a los gatos de manera recurrente es esencial cuando hace calor.

Peinar a los gatos de manera recurrente es esencial cuando hace calor. iStock

Cuando los termómetros suban más allá de los 30 grados, por ejemplo, puedes utilizar una toalla pequeña humedecida —no mojada— con agua fría para acariciarle y enfriar su pelaje en el proceso.

La cabeza, el lomo y las patas son los puntos clave para refrescar al gato a diario ante el calor extremo.

Siempre hidratado

Aunque parezca obvio, es importante recordar que los gatos necesitan agua fresca durante todo el año, y más aún cuando el calor aprieta.

Durante los días y meses en los que las temperaturas suben más, los expertos aconsejan cambiarles el agua varias veces al día.

Es vital que el gato disponga de agua fresca y limpia tanto en bebederos como en la fuente —algo muy recomendable para animarle a beber—.

Es esencial cambiarle el agua de la fuente gatuna a menudo en verano.

Es esencial cambiarle el agua de la fuente gatuna a menudo en verano. iStock

Es importante, además, cambiarle el agua más a menudo en la época estival.

Y es que los gatos son animales que vienen del desierto y que, evolutivamente, beben poco. De ahí la importancia de que tengan opciones a su disposición para rehidratarse.

Cuestión de comida

La comida húmeda aporta la hidratación necesaria para esos gatos a los que les cuesta beber. Combinarla todo el año con pienso es fundamental para que su dieta sea equilibrada.

Eso sí, para conseguirlo, es clave que ambos productos sean de calidad y sus ingredientes, lo más naturales posible.

La comida húmeda aporta una hidratación esencial para el gato.

La comida húmeda aporta una hidratación esencial para el gato. iStock

Un truco para que la comida húmeda no solo hidrate, sino que refresque al minino es meter la latita en la nevera un rato antes de dársela.

Las sopas gatunas —un tipo de comida húmeda— también es un plus. Para esos gatos que no se comen de golpe todo lo que tienen en el plato, existen comederos (y bebederos) que pueden meterse en la nevera o congelador y mantienen el alimento fresco durante más tiempo.