Foto: Marie Royer.

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Novela

'Una joven en Tokio', de Aki Shimazaki: desafiar la tradición ancestral en el Japón contemporáneo

La autora canadiense de origen japonés relata la historia de una mujer que rehúye el matrimonio concertado y busca su libertad en un país aún anclado en viejas normas.

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Percepción, sensación y sensorialidad de las imágenes forman parte de la estética de Aki Shimazaki (Gifu, Japón, 1954). La novelista y traductora japonesa, establecida desde hace años en Canadá, vive en Montreal y publica su obra en francés.

Una joven en Tokio

Aki Shimazaki

Traducción de Patricia Orts. Tusquets, 2025. 176 páginas. 18,50 €

La lectura tersa, concisa, sutilmente impresionista de Shimazaki ha conquistado a un público adicto en todo el mundo, aunque vive apartada de los circuitos literarios y apenas concede entrevistas. Ha recibido, entre otros, el Premio del Gobernador General de Canadá, el Premio Asia de la Asociación de Escritores en Lengua francesa.

Su imaginación es arborescente y plantea su obra en ciclos de cinco novelas breves, relacionadas entre sí, pero independientes, con personajes que crecen y se desarrollan de una obra a otra. Una joven en Tokio, subtitulada No-no-yuri, es la tercera obra de su reciente pentalogía, de la que Tusquets ya ha publicado Zuzuran y Luna llena. La historia del matrimonio Niré, de la pequeña población de Yonago, con dos hijas, Anzu y Kyoko, se desentraña en la sugerente Luna llena.

Si Zuzuran se centraba en Anzu, la hermana ceramista y divorciada, Una joven en Tokio presenta a Kyoko, una alta ejecutiva, bella, seductora, ambiciosa y con rechazo al matrimonio, una deshonra para la tradición japonesa. Por más que sus padres quieren que se someta al miai, la presentación de un futuro marido para un matrimonio concertado, prefiere tener amantes casados, fácilmente desechables, que no incordian en su ascensión laboral.

Kyoko, protagonista y narradora en primera persona, trabaja con éxito en una empresa de cosmética norteamericana en Tokio, donde es tomada por una mujer eficaz y de hielo. Su hielo acabará ardiendo con el nuevo atractivo director de la firma. Un norteamericano enamorado de Japón que va a alterar la aparente tranquilidad de Kyoko. Hay algo en las estilizadas descripciones de la belleza de la protagonista que recuerdan a la película del chino-hongkonés Wong Kar-wai Deseando amar.

Aunque estamos en otro lugar de Asia, hay una lentitud, un fulgor y una exactitud de los detalles, que parece llegar al interior a partir de la reconstrucción fiel de la superficie de las cosas y los seres. “Los tacones altos resuenan en la acera. Mi larga melena ondea al ritmo de mis pasos.

La autora fragua la imagen de una mujer oriental moderna en un país anclado en las tradiciones

El maquillaje refinado, la ropa de tonos sofisticados, el bolso y los zapatos de piel de color ébano. Los hombres se vuelven para mirarme cautivados”. La personalidad de Kyoko se transparenta en esa descripción externa de sí misma.

Sin perder el pulso, Aki Shimazaki narra con nitidez las tensiones interiores de Kyoko: las relaciones con sus amantes y su familia, su hostilidad hacia las tradiciones y su afán de independencia.
Kyoko va a los restaurantes de moda con sus pretendientes.

No-no-yuri, “Lirio del campo”, es el nombre de un restaurante a las afueras de Tokio, donde se inicia la historia; viaja a Nueva York, Moscú, París; hace el amor en los love hotels de la ciudad, porque no quiere llevar a sus amantes a su casa; mantiene en secreto su vida privada, y cada vez le cuesta más ir a visitar a sus padres, empeñados en presentarle a un conveniente esposo.

La autora fragua la imagen de una mujer oriental moderna en un país anclado en las tradiciones, sobre todo arcaico en la educación sentimental de las mujeres. Y lo hace iluminando escenas definitivas en las que, con refinada concisión, se evoca la realidad.

Los contrastes sociales, culturales y afectivos no son avasalladores, no hay moralina, aparecen como fogonazos, mostrando un escenario más complejo del que aparece en primer plano. Una novelista fascinante cuyas creaciones deparan secretos imprevistos bajo una luz exótica y delicada.