Óscar Iglesias, en su quiosco, con uno de los nazarenos de gominola que vende

Óscar Iglesias, en su quiosco, con uno de los nazarenos de gominola que vende Cedida a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León

Valladolid

Óscar, quiosquero en un pueblo de Valladolid: "Los niños en Semana Santa arrasan con las piruletas de nazareno"

Es uno de los quioscos más cofrades del país, tiene procesiones puestas los 365 días del año y asegura que el "respeto y silencio" es lo que destaca en la Semana Santa de Valladolid.

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La Semana Santa es uno de los momentos más especiales para todo el mundo. Unos días para disfrutar de la pasión, tradición y también de las tallas que procesionan por las distintas ciudades al ritmo de los tambores y arropadas por los nazarenos.

Cada lugar de España tiene sus propias tradiciones. Y eso es lo que lo convierte en únicas, diferentes y en un gran atractivo turístico. Siempre se habla de que Valladolid tiene una de las mejores semanas santas del país y lo cierto es que su singularidad la hace especial.

Una de las personas que más siente estos días es un quiosquero llamado Óscar Iglesias. Tal es su amor por estos días del año que hasta el nombre de su negocio, ubicado en Tordesillas, hace honor a ellos.

Se llama La Pasión y guarda una gran curiosidad ya que está completamente decorado de estampas de Semana Santa, que además va coleccionando de personas que se acercan de otros puntos de España y se las dejan. "Me las traen y las voy colocando por el quiosco", afirma en declaraciones a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León.

Su afición comenzó de la mano de su padre que le llevaba a todas las procesiones y también procesionaba en Tordesillas, su pueblo. "Luego me empezó a gustar la de toda España. Recuerdo de ver en otros países la Semana Santa, museos, iglesias", asegura.

A Óscar no le gusta perderse ni un acto y ya lleva unos días recorriendo varias localidades para mostrar al mundo lo que significa la Semana Santa. Además, lleva diez años en colegios haciendo pasos infantiles para que los más pequeños también puedan conocer esta tradición.

Un quiosco que durante los días grandes no cierra. "Damos programas y calendarios de Semana Santa, se acerca mucha más gente y es una de las épocas en las que más vendemos. Los niños arrasan con las piruletas de nazareno", asegura el dueño del quiosco la Pasión.

Y es que además su apuesta es decidida. Venden las palmas, campanas, tambores y trompetas. Sin dejar pasar las figuras de los nazarenos de barro para quienes se las quieran llevar de decoración a su casa. Las sorpresas llegan a más porque traen a bandas de Semana Santa a tocar a su calle y consiguen reunir a decenas de personas.

Iglesias asegura que la Semana Santa ha ido cambiando en los últimos años en la ciudad del Pisuerga y matiza que lo ha hecho "a mejor". Ahora, asegura, hay "más orden, está más actualizado y es más perfecto todo".

Destaca "la historia y las esculturas de Gregorio Fernández y Juan de Juni" como símbolos de la Semana Santa de Valladolid. Sin olvidar, "el respeto y silencio" cuando los pasos salen a hombros; sobre todo en el caso de la Bajada del Cristo de la Luz o la Virgen de Las Angustias.

Algunas de las figuras que tiene en su quiosco

Algunas de las figuras que tiene en su quiosco Cedida a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León

"Ese respeto y ese silencio son los momentos más bonitos o característicos de Valladolid", asegura. Además, afirma que el salir y ver los balcones llenos de banderas de cada cofradía por las calles, también hace muy especial a la ciudad del Pisuerga, que atrae a miles de turistas cada año.

El amor de Óscar por esta fecha llega a tal extremo que durante todo el año tiene "procesiones o marchas de fondo". Una Semana Santa que, sin duda, vive los 365 días del año.

El quiosquero vallisoletano con un cuadro y algunas de las estampas de fondo

El quiosquero vallisoletano con un cuadro y algunas de las estampas de fondo Cedida a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León

Un museo entre gominolas en el que disfrutar, aprender y conocer la historia que hay detrás de cada procesión y cada banda de la Comunidad, y también de otras partes del mundo.

Ahora, con la mirada al cielo, el quiosquero pide que el tiempo aguante y las predicciones meteorológicas sean buenas. "Esperemos que no llueva demasiado y, si lo hace, que sea antes de las procesiones", confía.