Ruta hacia una cascada.

Ruta hacia una cascada.

Escapadas

Parece Costa Rica pero está en Galicia: un refugio natural con una cascada impresionante y un sendero ideal para relajarse

El recorrido del sendero hasta la cascada te permitirá contemplar vistas espectaculares del río y del entorno lleno de exuberante vegetación

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Pontevedra es, sin duda, una de las provincias más ricas de Galicia en cuanto a paisajes naturales se refiere. Aunque muchos la asocian con sus playas y las Rías Baixas, lo cierto es que esconde una cantidad impresionante de rincones naturales, tanto en la costa como en el interior.

Esta comunidad autónoma es naturaleza en estado puro: hay montaña, río, mar, bosques, islas y cascadas, todo en un territorio compacto, accesible y lleno de historia y gastronomía. Es ideal para quienes buscan equilibrio entre paisaje, cultura y tranquilidad.

Es el caso de la Fervenza de Liñares es una cascada natural ubicada en el municipio de A Lama, en la provincia de Pontevedra. Está formada por el río Liñares, un afluente del Ulla, y su salto de agua se encuentra en un entorno boscoso y prácticamente virgen, ideal para quienes buscan desconectar en plena naturaleza.

En Galicia, en pleno corazón natural de la provincia de Pontevedra, se esconde la asombrosa Fervenza de Liñares. Esta cascada cautiva a quienes la visitan con su caída de agua rodeada de frondosos bosques autóctonos y paisajes de gran encanto. El recorrido hasta ella permite contemplar vistas espectaculares del río y del entorno.

¿Por qué parece Costa Rica? En primer lugar, por la vegetación exuberante: helechos, musgos, robles, castaños y alisos rodean el lugar, dándole ese aire casi selvático. También por el agua cristalina y pequeños pozos naturales en los que a veces la gente se da un baño, así como por los caminos poco transitados, húmedos y rodeados de verde, que lo convierten en un sendero perfecto para pasear sin prisas.

El camino hacia la Fervenza de Liñares invita a adentrarse en un entorno rural lleno de autenticidad, atravesando pequeñas aldeas con sabor a tradición gallega. En la parroquia de Xesta, en el municipio de A Lama, el sendero se convierte en un viaje al pasado, donde la naturaleza y la huella humana se entrelazan. Entre árboles y senderos serpenteantes, aparecen de forma inesperada antiguos puentes, rincones cubiertos de musgo y vestigios de una vida tranquila ligada al monte y al río.

Hay que tener en cuenta que si bien es cierto que es una ruta ideal en primavera u otoño, cuando el caudal es generoso y el bosque está especialmente bonito, también se puede hacer en verano y bañarse en el agua de la cascada. 

Igualmente, se recomienda lleva calzado adecuado: el terreno puede estar resbaladizo así como una cámara de fotos en tanto que es un sitio perfecto para fotografía de naturaleza o para disfrutar de un picnic con vistas.

Con respecto al salto de agua, cabe destacar que no es muy alto, pero sí caudaloso y fotogénico, sobre todo en épocas de lluvia o tras varios días húmedos. El agua cae entre piedras cubiertas de musgo y se remansa en una pequeña poza donde se refleja el entorno boscoso. Es un lugar perfecto para detenerse, descansar, hacer fotos o simplemente contemplar en silencio.

Y aunque sigue siendo un lugar bastante desconocido para el turismo masivo, la Fervenza de Liñares empieza a ganarse un hueco entre quienes buscan rincones auténticos, lejos de las rutas trilladas. Es perfecta para una escapada de día, para los amantes de la naturaleza, el senderismo tranquilo y los paisajes con alma.