Vistas desde la Torre de Meira
Los 10 mejores planes y cosas que ver en Moaña de visita
Viajar al pasado con el Castro de Montealegre, asistir al Festival Intercéltico do Morrazo, degustar los mejores productos de la ría de Vigo... son solo algunos planes que puedes disfrutar en esta bonita villa costera
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Aunque conozcas Galicia como la palma de tu mano, siempre hay un destino pendiente que merece un viaje. Moaña es un ejemplo perfecto. Este municipio de la comarca del Morrazo, en la provincia de Pontevedra, alberga rincones con mucho encanto que no todo el mundo conoce, ni siquiera los más locales. Según las últimas estadísticas, Moaña tiene una población aproximada de 19.300 habitantes y una superficie de 31,5 kilómetros cuadrados.
Moaña está a un paso de las ciudades de Vigo y Pontevedra, apenas hay una distancia de 19 y 26 kilómetros, respectivamente. Desde Vigo se llega por la AG-46, mientras que la ruta más rápida desde Pontevedra es por la AP-9, aunque para ahorrar el peaje, también es posible tomar la PO-0012. Desde Santiago de Compostela y A Coruña, la AP-9 también nos lleva hasta Moaña, con una duración estimada de 1 hora y 30 minutos, y de 1 hora.
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Darse un chapuzón en la playa
Praia de Xunqueira
Las playas son protagonistas en la comarca del Morrazo. Moaña cuenta con 20 kilómetros de costa, con todo tipo de espacios para darse un chapuzón: desde pequeñas calas hasta arenales de aguas profundas. Para quien visita por primera vez este bonito municipio costero, son especialmente recomendables las playas de Xunqueira y do Con.
La praia de Xunqueira es una playa de fácil acceso y de gran belleza situada en la parroquia de Tirán. A continuación del puerto de Moaña nos encontramos la praia do Con, un arenal de color tostado de unos 150 metros que invita a la desconexión. Otras playas hermosas son la praia de Domiao y la praia do Canaval, también llamada la praia dos Alemáns, pues se dice que sirvió de refugio a un grupo de soldados alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
La praia de Meira, junto a la de San Bartolomeu, resulta especialmente interesante, ya que es una de las pocas playas donde el visitante puede observar la construcción de las bateas, utilizadas para el cultivo del mejillón, mientras que la praia Niño do Corvo es perfecta para los que busquen aguas tranquilas y arena blanca.
Salir a caminar por el Paseo Marítimo
Estatua de O Fisgón
El Paseo Marítimo recorre todo el centro urbano de Moaña, desde la parroquia de Meira hasta la playa de O Con, estando presidido por la emblemática estatua de O Figón, creada por el escultor Manuel Varela en 2009. A lo largo del paseo encontramos zonas de playa y ocio, así como los jardines de Concepción Arenal, que ofrecen un agradable paseo en el que también es posible ver monumentos como el 'Mariñeiro', la 'Lura' y la 'Balea Anduriña'. Este paseo cuenta también con un representativo palco de la música, orientado hacia la ría de Vigo.
Viajar al pasado con el Castro de Montealegre
Castro de Montealegre
La cultura castrexa ha dejado una huella imborrable en Galicia. Un ejemplo perfecto es el Castro de Montealegre. Situado en la parroquia de Domiao, muy cerca del conocido como estrecho de Rande, es un castro de especial importancia por su tipología y situación geográfica, y también por ser uno de los primeros excavados y publicados científicamente en Galicia. Las estructuras defensivas (murallas y fosos) son fácilmente identificables en superficie, especialmente en la zona norte.
En el área recreativa de Chandarquiña se localiza un monumento funerario megalítico prehistórico con más de 5.000 años de antigüedad. El Dolmen de Chandarquiña tiene 11 piedras verticales y 5 en el corredor. Es especialmente recomendable, ya que una vez allí, con un pequeño paseo a pie o en coche, es posible acceder al pico Monte Faro de Domaio, el mirador más alto de la península del Morrazo.
No nos podemos olvidar de la Torre de Meira, una construcción de origen medieval que fue destruida durante la primera guerra irmandiña en 1476. Sin embargo, los trabajos de excavación realizados por Árbore Arqueoloxía permiten apreciar su estructura, así como un patio de armas, parte de la muralla y un torreón defensivo.
Enamorarse de las vistas a la ría de Vigo
Monte Faro de Domaio
El municipio de Moaña posee varios miradores, desde los cuales se pueden observar espectaculares panorámicas de esta villa marinera y de la ría de Vigo. Un ejemplo perfecto es el Miradoiro da Fraga, en Meira. También está el miradoiro das Mans do Monte, en Domaio, a 627 metros sobre el nivel del mar y con sus curiosas "manos" giratorias como protagonistas, lo que permite fotografiar el escenario desde diferentes perspectivas.
Para acceder a esta curiosa balconada, la mejor opción es a través del corredor do Morrazo, tomando un desvío hacia el área recreativa de Chandarquiña, en cuyos límites se conservan todavía los restos de un dolmen semienterrado y de la mámoa que recubría al monumento. A escasos metros del mirador, se encuentra esta amplia zona de descanso, con espacios arbolados, aparcamientos, merenderos, parrillas, fuentes e incluso una pequeña cantina.
Como acabamos de mencionar, Moaña posee varios miradores que merece la pena visitar, ya sea a primera o última hora del día. A continuación, te mostramos un listado con 5 balconadas para sacar las mejores fotografías panorámicas a la ría de Vigo:
- Miradoiro da Fraga (Meira)
- Miradoiro do Monte Faro (Domaio)
- Miradoiro das Mans do Monte (Domaio)
- Miradoiro da Paralaia (San Martiño)
- Miradoiro de Outeiro de Aviador (Meira)
Asistir al Festival Intercéltico
Festival Intercéltico do Morrazo
El Festival Intercéltico do Morrazo es un clásico en la agenda musical de Moaña. Para hablar de sus orígenes tenemos que viajar al año 1985, cuando por primera vez se celebra este espectáculo de folclore tradicional, el más veternano de los que se celebran en Galicia. Tiene lugar el último fin de semana de julio, con actuaciones musicales complementadas por otras actividades de ocio para la familia.
En agosto, el Festival de Jazz acerca este estilo musical a las nuevas generaciones de Moaña. También cabe mencionar Moaña Antiqua, una fiesta medieval de artesanía que cuenta con gastronomía, artesanía, exhibiciones, música, espectáculos, obradoiros infantiles, una pitonisa y animaciones ambientadas en el entorno de San Martiño y su iglesia del siglo XII.
Completar una ruta senderista
Río da Fraga
¿Sabías que Moaña conserva uno de los mejores bosques caducifolios atlánticos? Sus montes esconden hermosos espacios naturales como la poza da Moura, de la que hablaremos más tarde. Existen varias rutas senderistas de interés tales como la Ruta Ecológica do Morrazo GR-59, un camino de largo recorrido, de 84 kilómetros para ser exactos, que comienza en el lago de Castiñeiras y continúa por A Fraga, Nerga, Cabo Home, Cabo Udra, Bueu, Ermelo y Marín hasta llegar al punto de inicio.
La Ruta do Río Fraga, con un recorrido total de 6 kilómetros y de dificultad media, presenta una orografía muy variada situada en un peculiar entorno, donde convive lo antiguo con lo moderno. Otras rutas que merece completar y que no presentan mucha dificultad son el Sendeiro de Rial da Arca, una ruta lineal de 2,4 kilómetros, y la Ruta do río da Freixa y da Miñouba, de 7 kilómetros. En el transcurso de este último sendero se localizan más de 14 molinos en diferentes estados de conservación.
Comer nécoras, pulpo o mejillones
Imagen de unos mejillones.
Otro de los grandes atractivos de Moaña es su oferta gastronómica. Son muy recomendables los platos elaborados a partir de los productos del mar típicos de la ría: camarones, nécoras, pulpo, mejillones... En verano también son súper sabrosos los calamares, los chocos y las sardinas. Moaña es un destino ideal para los foodies, pues el calendario incluye tres importantes fiestas gastronómicas: la Festa do Mexillón, que tiene lugar el primer domingo de julio, a la cual le sigue la Romaría da Carballeira de Bronlle y la Feira do Mel en agosto.
Pero no todo es pez o marisco. "Las personas más afortunadas podrán degustar el tradicional pan de trigo o de millo que aún se elabora por esta zona y que es un complemento ideal para estos platos", apunta Turismo de Moaña, en cuyo callejero podemos encontrar establecimientos de restauración adaptado a todo tipo de visitantes: "desde el encanto de la taberna tradicional hasta la sofisticación de los modernos restaurantes, desde las relajantes vistas de los locales de la zona alta hasta la vital algarabía de los situados junto al mar".
Vivir el Entroido de Moaña
Queima da Xoubiña
Moaña siente un gran arraigo por el Carnaval o Entroido. La música y los colores inundan las calles de la villa costera. Vecinos y visitantes se disfrazan de extraterrestres, vaqueros, princesas, hadas e incluso agentes del FBI. Es una fiesta que suena en toda Galicia, arrancando los actos el sábado de Entroido, con la lectura del pregón y el tradicional reparto de filloas y orejas gratuito de la Asociación de Mulleres de Moaña. Destaca el Enterro da Xoubiño, dedicado a los más pequeños, y el gran desfile del Enterro de Sardiña, que se celebra el Domingo de Piñata.
Visitar la Moaña de interior
Poza da Moura
Moaña combina mar y montaña. Muy cerca del campo de golf de Domaio, se encuentra la poza da Moura, un lugar lleno de encanto que ofrece una de las mejores panorámicas al puente de Rande. Se trata de una pequeña piscina natural de las aguas procedentes del río Muíños, que después siguen su curso formando una bonita fervenza en dirección a Domiao.
Sobre este mágico lugar, la tradición oral cuenta que hace muchísimos años llegó a tierras de Domaio un hombre con su hermosa hija, quien se enamoró perdidamente de un agricultor de la zona. El padre, contrario a esta relación, los sorprendió en la poza y mató al joven. La chica, rota de dolor, se zambulló en la poza y desapareció. Se dice que en la noche de San Juan, la muchacha aparece en la poza peinando su larga cabellera con un peine de oro.
Escaparse a Vigo para recorrer su Casco Vello
Ostreiras en la rúa da Pescadería.
El Casco Vello de Vigo es una de las zonas de mayor encanto de la ciudad, con la rúa da Pescadería como punto de encuentro para muchos vigueses, pues la mayoría de establecimientos sirven las famosas ostras de Arcade. Por otro lado, la rúa dos Cestos también es conocida por las muestras de cestería que se exponen a lo largo y ancho de la calle.
Si después de recorrer el Casco Vello te quedas con ganas de más, otras actividades que sugerimos en Treintayseis son las siguientes: ver un partido del Celta de Vigo en Balaídos, probar la gastronomía más típica de la conocida como ciudad olívica, bañarse en la playa de Samil (si el tiempo acompaña), hacer una excursión a las Islas Cíes, descubrir el barrio de Bouzas y sacarse una fotografía con Julio Verne.
