Calle comercial del barrio de O Calvario, en Vigo

Calle comercial del barrio de O Calvario, en Vigo Treintayseis

Comercio

O Calvario, el barrio de Vigo enamorado de su comercio donde las cadenas ganan el pulso a la tradición

El barrio vigués de O Calvario destaca por su vida comercial, con su mercado como punto neurálgico, aunque grandes empresas ocupan cada vez más escaparates

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Cuando un vigués o viguesa piensa en el barrio de O Calvario, solo hay una imagen que se le viene a la cabeza: su paseo peatonal y sus comercios. Liderado por una de las plazas de abastos más longevas y activas de Vigo, la Rúa Urzáiz es una referencia para miles de vigueses que buscan en ella ropa, alimentación, cama, teléfono y cualquier tipo de detalle que regalar a un ser querido.

"Es un barrio que se mueve mucho", explica Nandi, dependienta desde hace 11 años en Centro Media, una cadena de lencerías situada al comienzo del paseo a la que acuden personas de todas las edades. "El trato con el cliente es muy familiar, son muy buenos y majos", asegura sobre un consumidor que suele repetir.

La fidelidad es una de las características de los vecinos de O Calvario, según reiteran los comerciantes. "La gente de aquí compra en el barrio, es gente muy agradecida", afirma Telmo desde detrás del mostrador de su tienda de regalos, Leo&Kross.

Una pareja paseando por O Calvario

Una pareja paseando por O Calvario Treintayseis

La abrió junto a su pareja hace 11 años y el recibimiento fue inmejorable, como también vivieron hace una década las dueñas de la panadería Pau y Oli, situada a escasos metros del Mercado do Calvario. Esta plaza de abastos cumple 100 años en 2025 y es el gran punto neurálgico de la zona, y la partícula que provocó el "Big Bang" comercial del barrio.

De hecho, esta fue una de las razones por las que Paula montó su despacho de pan en la peatonal de Urzáiz. "Estar en el paseo tiene muchas ventajas porque se hace mucha vida de barrio", comenta la panadera, que recuerda que todos los fines de semana una banda de música toca en plena calle y "anima un poco todo".

Esto es un pueblecito independiente dentro de Vigo, la República Independiente del Calvario

Telmo, dueño de Leo&Kross

"Esto es un pueblecito independiente dentro de Vigo, la República Independiente del Calvario", bromea Telmo, que admite que la mayor parte de sus clientes son mujeres mayores de 45 años. "También tenemos clientes que vienen de otras ciudades, que están de paso, o clientes del centro", añade Maite, dependienta de Librus, tienda de libros de segunda mano, para destacar que este barrio es una referencia que traspasa las fronteras de su "república".

Peatonalización y subida de los alquileres

Maite cree que la peatonalización de la calle ha sido clave para mantener la vida comercial del barrio. Varias vecinas preguntadas a pie de calle confirman esta versión que, según recuerdan, los mismos comerciantes se quejaron cuando comenzaron las obras, argumentando que les iba a destrozar el negocio.

La centenaria Farmacia Charro, situada en el barrio de O Calvario

La centenaria Farmacia Charro, situada en el barrio de O Calvario Treintayseis

Muchos de estos ya no se encuentran en el paseo peatonal de O Calvario. Como confirman algunos de los propietarios entrevistados por Treintayseis, muchos negocios "de toda la vida" fueron cerrando con el paso del tiempo. Las jubilaciones y la falta de relevo generacional puede ser una explicación.

Ahora bien, como bien señala la panadera Paula, la subida de los alquileres en los últimos años ha acelerado este proceso. Unos precios que dejan de ser asumibles para los vecinos y los comerciantes de siempre, que compiten con los centros comerciales e Internet, reduciendo así parte de sus ventas.

Negocio cerrado en O Calvario, en Vigo

Negocio cerrado en O Calvario, en Vigo Treintayseis

El mercado sigue siendo un punto de encuentro, pero mercerías, joyerías y zapaterías con décadas de trayectoria lo han dejado de ser. Sobreviven bares, como el mítico Alaska, o farmacias, como la Charro, fundada hace más de un siglo, en 1906. De esta forma, grandes empresas de telefonía o supermercados, bancos y bares son la nueva imagen de un barrio enamorado de su comercio, aunque poco a poco se diluye año tras año.