
Adiós a la mujer más longeva de Galicia, Consolación Paz, a pocos meses de cumplir 112 años
Adiós a la mujer más longeva de Galicia, Consolación Paz, a pocos meses de cumplir 112 años
La anciana era natural de la localidad coruñesa de Cambre y este martes recibirá sepultura acompañada de sus hijos, nietos, bisnietos y demás personas que la querían
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En 1913 nació la que se despide hoy como la mujer más longeva de Galicia actualmente, la gallega natural de Cambre (A Coruña) Consolación Paz Precedo, que en diciembre de este año hubiera cumplido 112 años.
En los últimos años vivió en la parroquia coruñesa de Sigrás y este martes por la tarde recibirá sepultura despidiéndose de amigos y familia con los que compartió su larga vida. Sobre su "título" de persona más mayor de la comunidad, cuenta una de sus bisnietas, Natalia, que decía que había llegado a esa edad porque había trabajado mucho toda su vida.
"Desde hace años decía que poco le faltaba para irse, pero la verdad es que estuvo activa hasta prácticamente el último medio año", cuentan sus allegados, que se sienten afortunados de que hasta el final de su vida no tuviera grandes problemas de salud.
Lo más grave se limitó a una operación de cataratas y una picadura de una gallina. Cuentan sus allegados que una vez un médico que la atendió alucinó porque no tenía ni siquiera historial médico y eso se debió a que nunca había ido antes a un profesional sanitario, por eso carecía de documentación sobre su salud.
Sobre ella, quienes la conocían destacan que "no era una persona muy habladora, pero que cuando hablaba no daba puntada sin hilo". "Tenía retranca y una memoria de caballo, recordaba todo perfectamente, hasta del nombre de personas a las que incluso llevaba años sin ver", cuenta con cariño su bisnieta Natalia, que asegura que "tuvo la cabeza bien hasta el último momento".
De hecho, el entorno de Consolación bromea con que hasta hace no mucho aún celebraba sus cumpleaños brindando con gintonic. "También le gustaban mucho los dulces y solía beberse una copa de vino de vez en cuando con las comidas y hace ya unos cuantos años le encantaba también trabajar en la huerta", explican sus seres queridos.
La anciana se formó en la conocida como la escuela de Doña Casilda, donde aprendió a coser y se dedicó, durante muchos años, al trabajo en el campo. Además, abrió un bar en A Rocha, "A Casa de Teresa", en honor a una de sus hijas. Tuvo dos hijas (Teresa y Carmiña), cuatro nietos (Gonzalo, Pedro, María y Álex) y cuatro bisnietos (Natalia, Luca, Alejandra y Vega).