Donald Trump y Benjamin Netanyahu en el Despacho Oval.

Donald Trump y Benjamin Netanyahu en el Despacho Oval. Reuters

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Trump arranca este lunes su gira en Oriente Próximo sin escala en Israel y genera preocupación en el país hebreo

El presidente de EEUU ha pasado de recibir en abril a Netanyahu en el Despacho Oval a esquivarle en su primera importante gira al extranjero de esta legislatura. 

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, parecía estar en total sintonía con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu: consiguieron acercar posturas sobre qué hacer en la franja de Gaza o en lo relativo a la guerra con Irán y sus armas nucleares, entre otras cuestiones en las que se pudo interpretar una gran consonancia entre ambos mandatarios.

Así se reflejó en el Despacho Oval el pasado febrero, cuando los dos líderes se reunieron y mostraron una total armonía, o al menos así lo parecía: “Dices cosas que otros se niegan a decir. Y después todos ven que tienes razón”, afirmó Netanyahu refiriéndose al presidente de EEUU, mientras que este llamaba “Bibi” -acrónimo de Benjamin- a su colega de manera cariñosa.

Sin embargo, dos meses después volvieron a aparecer juntos en este espacio de la Casa Blanca, pero esta vez el mandatario republicano no interaccionó de la misma manera con Netanyahu, quien estuvo sentado durante más de media hora al lado de Trump mientras este hablaba de temas que poco o nada tenían que ver con Israel.

Esta distancia parece no haber quedado en ese acto. Aunque Netanyahu continúa apoyando las ideas de Trump en sus redes sociales de manera activa, Trump inicia este lunes una gira por Oriente Próximo en la que visitará países como Arabia Saudita, Catar o Emiratos Árabes, pero no hará escala en Israel.

Además, esta gira vendrá acompañada de un "gran anuncio" que será "positivo" sobre Oriente Próximo, según adelantó Trump. "Será uno de los anuncios más importantes que se han hecho en muchos años sobre un tema muy importante", dijo el presidente estadounidense.

Descontento en Israel

El hecho de que Israel no esté en la lista de países a los que asistirá Trump durante esta gira es la gota que colma el vaso, pues el descontento del estado hebreo no surge únicamente por esta decisión.

Una de las discordanicas latentes entre Israel y EEUU reside en lo relativo a las negociaciones nucleares entre los estadounidenses e Irán.

Trump ha rechazado, por ahora, el deseo de Netanyahu de atacar Irán para neutralizar, así su capacidad nuclear. A pesar de esta petición, la Administración Trump inició conversaciones con Teherán, algo que no le sentó muy bien a Netanyahu, quien advirtió de que "un mal acuerdo es peor que ningún acuerdo".

Sumado a esto, Trump anunció la semana pasada un acuerdo con las milicias hutíes de Yemen, que están respaldadas por Irán, para detener los ataques aéreos estadounidenses contra el grupo rebelde, quienes, a su vez, acordaron cesar las ofensivas contra los buques estadounidenses en el mar Rojo.

Según informa The New York Times, este anuncio fue una sorpresa para Netanyahu, y además, se produjo pocos días después de que los hutíes de Yemen atacasen Israel mediante un misil balístico, que impactó cerca del aeropuerto de Tel Aviv.

Ante esto, Netanyahu reaccionó publicando un vídeo en X en el que mencionaba que Israel respondería a los ataques: "Israel se defenderá por sí mismo. Si otros se unen a nosotros, nuestros amigos estadounidenses, muy bien. Si no lo hacen, nos defenderemos".

Por otro lado, y respecto al conflicto en Gaza, el primer ministro israelí anunció medidas para intensificar la guerra, a pesar de que los enviados especiales de Trump siguieron buscando una nueva vía diplomática para pone fin a la guerra.

Sin ir más lejos, el embajador de EEUU en Israel, Mike Huckabee, afirmó a la televisión israelí que Trump quiere que la ayuda humanitaria empiece a llegar a Gaza: "Hay una necesidad desesperada".

Estas declaraciones no sentaron bien a los ministros del Gobierno de Netanyahu, ya que defienden utilizar el bloqueo de ayuda humanitaria como arma en el conflicto.

"Riviera de Oriente Próximo"

Otra de las cuestiones que han podido distanciar la relación entre los mandatarios es el plan que Trump propuso para Gaza: convertir la región en un resort de lujo. La idea se plasmó a través de un vídeo -elaborado por Inteligencia Artificial- que el líder estadounidense publicó en su cuenta de X.

En él, aparecía una enorme estatua dorada de Donald Trump y un mega hotel con piscina en el que Benjamín Netanyahu toma en sol en bañador con un cóctel en la mano. Un plan que desató críticas y obligó a Trump a recular: "Nadie está expulsando a ningún palestino de Gaza".