
Imagen de los trabajos de demolición en Callejones del Perchel, en Málaga.
Confirmado: este es el plan definitivo de Dazia para su gran proyecto residencial en Málaga
La promotora madrileña, tras meses de análisis, apuesta finalmente, por la vivienda en venta. Avanza en los trabajos de demolición de los antiguos edificios.
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La promotora madrileña Dazia avanza de manera definitiva en su estrategia para ‘conquistar’ parte del barrio de El Perchel. Tras desembarcar en Málaga a finales de 2021, con la compra de una gran manzana, la entidad perfila los detalles finales de la operación inmobiliaria que se cimentará sobre el vacío que deja la demolición de los antiguos edificios.
Después de meses de análisis sobre el futuro desarrollo, en el que se ha jugado con la posibilidad del uso hotelero, de los pisos en alquiler, Dazia opta definitivamente por la vivienda en venta.
Así lo confirman desde la propia firma, que señalan que habrá que esperar a disponer del proyecto de ejecución para determinar la dimensión final del complejo residencial. No obstante, en los orígenes de la iniciativa empresarial se manejó la cifra de 200 viviendas.
De hecho, el estudio de detalle mediante el que se ordena el espacio recogía la apuesta por 193 pisos, la mayor parte de ellos de dos dormitorios (88), a los que sumar 53 de tres dormitorios y otros 52 de uno.
En cuanto a las plazas de aparcamiento necesarias, el expediente oficial precisa que en el supuesto de que todo el techo edificable permitido se destinase a viviendas, el número de aparcamientos necesarios sería de 205 plazas. Una medida que subiría a 223 si las plantas bajas se destinasen a locales comerciales (3.163 metros cuadrados) y el resto, 11.227 metros a viviendas.
Camino complejo
El camino recorrido hasta la fecha por Dazia en los Callejones del Perchel está siendo ciertamente azaroso. Durante meses, los promotores afrontaron un largo proceso de negociación con los inquilinos de las viejas viviendas, muchos de ellos de renta antigua.

Fotografía de los vecinos de El Perchel y los representantes de Dazia.
El acuerdo final alcanzado con la mayoría de residentes (aún quedan dos sin abandonar los edificios) ha hecho que la actuación haya sido considerada a nivel nacional como ejemplo a seguir por los colectivos antidesahucio.
Los afectados con renta antigua, que contaban con el respaldo legal, fueron compensados por la empresa con 170.000 euros por vecino, dinero que han empleado para trasladarse a otros emplazamientos.
Y en el caso de aquellos inquilinos de renta moderna, se dio forma a un proceso de búsqueda, junto a las Administraciones públicas, de viviendas sociales en la zona de Trinidad-Perchel. A esto se ha sumado el pago de 2.000 euros por vecino para ayudar en los gastos de mudanza.
La demolición avanza
El último avance en el largo camino del proyecto de El Perchel se produjo a principios de esta misma semana, cuando las máquinas han empezado a demoler otro pedazo de la manzana de los edificios. El derribo permite evitar la llegada de okupas, al tiempo que sirve de presión para los vecinos que aún se resisten a abandonar sus viviendas.

Trabajos de demolición de los edificios de Callejones del Perchel.
A esta fase se añade la realización de los primeros trabajos arqueológicos en el solar resultante. Un detalle de enorme importancia dado que la promoción futura se asienta sobre terreno sensible.
Tomando como referencia el estudio técnico realizado por la empresa Nerea Arqueología Subacuática, se puede observar la singularidad de la zona. Buena parte de los bloques se levantan sobre el arrabal de Attabanim, de origen musulmán; el mismo barrio árabe desenterrado en la Avenida de Andalucía por las obras de construcción del Metro.
Lo que sí es claro es que este nuevo desarrollo va a suponer una regeneración contundente del entorno.
En este sentido, se afecta a la calle Montalbán, donde se eliminará parte de la zona de aparcamientos para mejorar la accesibilidad, incrementando la anchura de las aceras, que pasarían de 1,25 metros a 3,10 metros.
Este viario mantiene su circulación en sentido único, permitiendo al fondo el giro a la izquierda hacia los aparcamientos de los edificios situados en el fondo de saco de calle Angosta del Carmen, y a la izquierda hacia Calle Cuartelejos (también de sentido único) que desembarca en Calle la Serna como vía de doble sentido de circulación.
En calle Arco se propone cambiar el sentido del vial y desarrollar una plataforma única de circulación rodada y peatonal, restringiendo el tráfico a residentes.
Con la eliminación de aparcamientos a ambos lados de la calle se consigue que la anchura total del vial sea de 8,55 metros divididos en dos zonas laterales de 2,5 metros exclusivos de uso peatonal y una central también de tráfico rodado restringido de 3,55 metros.
En la calle Malpica se plantea la misma solución que en la calle Arco, con una plataforma única de circulación rodada y peatonal, restringiendo el tráfico a residentes.
En Huerto de la Madera la idea es eliminar la circulación rodada, desarrollando una calle (plaza lineal) de carácter peatonal. La propuesta mejora la condición de espacio público de la calle, eliminando el tráfico rodado para crear una "plaza longitudinal" para el disfrute del viandante.
En la calle Angosta del Carmen se mejora la circulación peatonal del vial ampliando el acerado situado al sur de la calle a 1,80 metros, con una sección similar a la de calle Cuartelejos, recientemente remozada.
Este vial se constituye como la salida del tráfico procedente de Calle Montalbán hacia Calle La Serna en sentido único.