
Uno de los grupos de voluntarios de Biotherm que recogieron el pasado jueves 5 de junio basura en la ribera del Henares (Comunidad de Madrid). Biotherm
Un 'ejército' de voluntarios recoge 260 kilos de basura en el Henares: así se limpia un río para salvar al océano
Biotherm y la Fundación Ecoalf, en colaboración con Seo BirdLife, celebran cinco años de su proyecto conservacionista 'Limpia ríos, salva océanos'.
Más información: Lo que tiramos por el WC inunda ríos como el Jarama: “Hay bloques gigantescos de toallitas en el agua”
"Qué poco hemos recogido esta vez, ¿no?". A medio camino entre pregunta y afirmación, esta frase queda suspendida en el aire lleno de polen del bosquecillo que rodea la cuenca del río Henares a su paso por el Parque Regional de Las Islillas, en Mejorada del Campo (Comunidad de Madrid).
"¡Claro! Porque el plástico pesa poco, pero fíjate en el volumen", responde una voz. Alguien apunta que "la última vez" se recogió una tonelada, y otra persona matiza que se trataba de residuos higiénicos, como toallitas o papel, que mojados pesan mucho más.
Ruedas de vehículos, unas más grandes, otras más pequeñas, restos de materiales de construcción, muchas —pero muchas— litronas de vidrio de esas que contienen cerveza, latas de refrescos, botellas de agua de plástico, bolsas a medio descomponer de este mismo material…
El río arrastra todo lo que cae en su cauce sin saber que los pasajeros de su viaje hasta el mar lo acabarán asfixiando. "Una vez llegamos a encontrarnos una pistola", recuerda Alberto Remacha, coordinador del Proyecto LIBERA de SEO BirdLife. "Tuvimos que llamar a la policía y todo".
Es jueves por la mañana. El sol nos baña, pero el calor aún no aprieta. Estamos celebrando el Día de los Océanos (8 de junio) en una jornada en la que, en realidad, se conmemora al medioambiente (5 de junio) y también que hace ya cinco años que Biotherm y Fundación Ecoalf se unieron al proyecto de restauración y conservación de SEO BirdLife.

Los voluntarios posan con la 'basuraleza' que han recogido. Biotherm
Mientras se fraguan estas líneas, nos encontramos en un pequeño claro de, como indica Remacha, "uno de los parques peor tratados y más desconocidos" de la región. Devorados por el implacable árbol invasor del ailanto, que "destruye biodiversidad allá donde caen sus hojas" y de difícil acceso, el Henares tiene mucho que ofrecer a su paso por Las Islillas.
Llegamos pasadas las diez de la mañana y, tras casi dos horas de hundirnos en el barro, remover tierra y levantar ramas caídas, las bolsas amarillas, azules y de rafia se han ido llenando de objetos que son tan ajenos al bosque como nosotros mismos.

Una voluntaria encuentra una plancha de plástico. Biotherm Las Islillas
Tanto nos hemos afanado en nuestra labor que hemos conseguido retirar de la naturaleza 260 kilos de residuos variados. Es decir, 260 kilos que no acabarán en el Jarama y luego en el Tajo y, por último, en el océano Atlántico.
Pero esa era nuestra misión hoy; recoger residuos para que sean debidamente procesados y, sobre todo, evitar que lleguen al mar.
Limpia ríos, salva océanos
Varias decenas de voluntarios nos arremolinamos, ataviados con botas, guantes y unas gorras que rezan Limpia ríos, salva océanos, a la vera del río para arrancar de sus inmediaciones la basuraleza —basura en la naturaleza— que lo asfixia.
Nos encontramos en una zona inundable del parque. Eso significa, como explica Remacha, que "cuando llueve, como pasó el mes pasado, el agua lo cubre todo", y señala con la mano las marcas que se dibujan en los árboles más de un metro por encima de nuestras cabezas.
Por ello, es el momento propicio para ir descubriendo lo que las lluvias de esta primavera han arrastrado hasta el Henares.
"Cuando pensamos en los océanos, parece que los ríos no tienen importancia, pero es en el mar donde desembocan todas sus aguas… y todo lo que llevan consigo", indica Mauricio Cruz, director de Marketing de Biotherm España y Portugal.
Cruz y Biotherm son, en parte, responsables de que estemos en este entorno natural rebuscando basuraleza entre la flora local —e invasora—. La otra mitad del combo sería la Fundación Ecoalf, con quien Biotherm se unió en 2020.

Mauricio Cruz recogiendo una botella de plástico en el Henares. Biotherm Las Islillas
Todo empezó en un momento, dice Cruz, en el que "todos nos concienciamos mucho". Porque la pandemia de la Covid-19 y el confinamiento hizo que apreciásemos más la naturaleza.
Los ríos, en cifras
Desde entonces, han pasado por el proyecto Limpia ríos, salva océanos más de 4.000 voluntarios; algunos forman parte de las plantillas de Biotherm y Ecoalf y otros, no.
En total, en este lustro se han retirado de las inmediaciones de los ríos Jarama, Henares y Manzanares alrededor de 40 toneladas de basura de distinta índole.
Algo que deja ver la realidad de los acuíferos españoles: "Casi la mitad de los ríos de España están en una muy mala situación ecológica", recuerda Cruz.

'Basuraleza' encontrada durante la limpieza del río Henares. Biotherm Las Islillas
Las cifras son claras: según Biotherm y SEO BirdLife, el 52% de los residuos recogidos en estos años han sido toallitas higiénicas —esas húmedas que sirven para casi todo y que mucha gente sigue desechando por el inodoro—. A ellas, les siguen los plásticos, que suponen el 19%.
El plan, asegura Cruz, es que este proyecto siga creciendo y que "se involucre toda la sociedad". Porque lo que te cambia el chip, matiza, es "venir y ensuciarte las manos; ver lo que el ser humano le hace al agua".
Porque, apuntan Cruz y Remacha, buena parte de lo que tiramos por el inodoro en nuestro día a día llegan aquí, al río. "Pero no solo en Madrid, sino en toda España", señalan.

Dos de los voluntarios sacando una rueda del cauce del río. Biotherm Las Islillas
Remacha recuerda que las depuradoras no son capaces de "digerir" todo lo que les llega, especialmente durante los temporales de lluvia. El exceso se "suelta", pero incluso lo depurado no siempre es 100% limpio.
Los microplásticos están ahí, antes y después de que la botella o la bolsa se degrade. "Llegan a los ríos y, al final, acaban escalando por toda la cadena trófica hasta llegar a nuestros organismos", indica el técnico de SEO BirdLife.
Por eso, precisamente, Cruz afirma que "hay que atajar el problema de raíz, reduciendo el uso de plástico al máximo", como sucede en Biotherm.

Una de las voluntarias encuentra botellas de vidrio. Biotherm Las Islillas
Porque en las limpiezas como a la que ha asistido ENCLAVE ODS se produce una paradoja: "Vuelves en dos semanas y está sucio otra vez", lamenta Cruz.
Y es que, claro, el problema está en la producción y consumo, al igual que en la separación y correcta gestión de residuos.
Eso, junto a las iniciativas como esta que buscan restaurar la naturaleza y evitar que haya aún más basura en los océanos, ayuda a arrancar la mala hierba que es la basuraleza.