Jesús Martín-Delgado.

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Economía

Jesús Martín-Delgado, experto en vivienda: empieza el "drama" de los alquileres firmados en pandemia

El vencimiento de los mismos obligará a los inquilinos a pagar más por el arrendamiento de sus viviendas o buscar nuevas alternativas.

Más información: José María Alfaro, presidente de la FAI: "El problema de vivienda que tiene Madrid llegará a Toledo más pronto que tarde"

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Miles de contratos de alquiler firmados durante los meses más duros de la pandemia están a punto de vencer, algo que puede suponer un "riesgo" para las economías familiares y un auténtico quebradero de cabeza para los inquilinos debido a la gran subida que han experimentado los precios desde entonces hasta ahora.

Jesús Martín-Delgado, experto en Economía y Derecho de Consumo, lanza un aviso claro: "No estamos hablando de una actualización de la renta de alquiler con cada renovación anual del contrato".

La advertencia se refiere al vencimiento de los contratos formalizados a partir de marzo de 2019, cuando una reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos amplió su duración mínima a cinco años si el arrendador es una persona física, y a siete si es una persona jurídica. Por tanto, buena parte de los alquileres firmados en 2020 o principios de 2021 están llegando ahora a su fecha de caducidad.

Y ahí llega el verdadero "drama", según lo califica el experto: el brutal encarecimiento del mercado del alquiler desde 2020. "Entonces era fácil encontrar un alquiler en Toledo a 550 euros con tres dormitorios, 90 metros y, con suerte, garaje, trastero y piscina. En Madrid, por unos 1.100 euros". Hoy, esos mismos inmuebles cuestan 850 y 1.900 euros, respectivamente, lo que supone incrementos de hasta el 50 %.

Un aumento que se explica por varios factores. Primero, la pandemia impulsó la demanda de viviendas más grandes y con terrazas. Después, la invasión rusa de Ucrania encareció los materiales de construcción, frenó la obra nueva y acentuó la presión sobre el mercado del alquiler.

Y, finalmente, la entrada en vigor de la Ley de Vivienda en mayo de 2023, que -según apunta Martín-Delgado- "no resultó bien acogida por los propietarios y un porcentaje importante de viviendas se retira del alquiler para una posible venta, dedicarlas a pisos turísticos o dejarlas vacías".

Un "combate"

Todo esto ha llevado a una situación en la que encontrar una vivienda en alquiler a un precio asumible se ha convertido en una espinosa carrera de obstáculos contrarreloj.

"Los nuevos alquileres no solo habrán subido considerablemente y consumirán un mayor porcentaje de los ingresos, sino que el inquilino se enfrentará, además, a un duro casting, por no llamarlo combate", si necesita o desea encontrar una nueva casa.

Además, Martín-Delgado recuerda que si el propietario decide no renovar el contrato, está obligado a comunicarlo con al menos cuatro meses de antelación. De lo contrario, se prorrogará automáticamente por un año, renovable hasta un máximo de tres.

"Si el propietario decide seguir un año más prorrogando el contrato, es todo un detalle", apunta con ironía Martín-Delgado ante un mercado inmobiliario más que tensionado.

En cualquier caso, el escenario es claro: a medida que más contratos vayan venciendo, muchos inquilinos tendrán que enfrentarse a una realidad bastante más cara que la que conocieron en 2020.