Manifestación en Saldaña contra las macroplantas de biogás y biometano

Manifestación en Saldaña contra las macroplantas de biogás y biometano

Palencia

"Saldaña, despierta, la mierda está en tu puerta": cientos de castellanos y leoneses claman contra las plantas de biogás

La localidad palentina fue uno de los pueblos que participó el sábado en la movilización estatal convocada por la red Stop Biogás, la cual consiguió reunir a más de 80 plataformas en más de 40 puntos de España. 

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El municipio palentino de Saldaña fue uno de los pueblos que se movilizaron este sábado, 31 de mayo, contra la instalación de macroplantas de biogás y biometano.

Y es que, para esta jornada, la red Stop Biogás convocó una movilización estatal que consiguió reunir a más de 80 plataformas en más de 40 puntos de toda España, bajo lemas como "Ni en tu pueblo ni en el mío" y "Nuestros pueblos no son vertederos".

Tal y como ha podido saber este periódico, las calles del municipio fueron testigo de una jornada sin precedentes, una manifestación ciudadana pacífica y multitudinaria, que contó con la participación de unas 400 personas procedentes de diferentes puntos de Castilla y León.

La marcha, convocada por la Asociación Santillán y Comarca por la Vida, comenzó a las 12:00 horas en la Plaza de San Pedro (Museo de la Olmeda) y recorrió lugares tan simbólicos como la Calle Marqués de Valdavia, la Plaza del Trigo, el Ayuntamiento, la Calle de las Huertas y la Plaza Vieja.

A lo largo del recorrido, los asistentes entonaron consignas como "Saldaña, despierta, la mierda está en tu puerta", "Si viene el biogás, el turismo se irá", o "Los pueblos unidos, jamás serán vencidos", en un ambiente en el que, desde la organización, aseguran que primó la "firmeza, respeto y reivindicación".

El acto finalizó frente al Ayuntamiento con la lectura de un manifiesto conjunto en el que participaron plataformas y asociaciones llegadas desde distintos puntos del país que comparten la misma lucha.

Tomaron la palabra representantes de Stop Biogás Páramo-Vega (Villota y Poza de la Vega), Stop Biogás Paredes (Paredes de Nava), la Asociación Cega de Muñoveros (Segovia), Amigos de Fuentelcésped y Amigos de Milagros y del Río Riaza (Burgos).

Territorios donde la población lleva tiempo plantando cara a este tipo de instalaciones.

Todos ellos expresaron su sentir de "profunda preocupación por la falta de transparencia en la tramitación de estos proyectos, la ausencia total de participación ciudadana, la opacidad informativa por parte de empresas, ayuntamientos y responsables políticos, y la desconexión total entre las características industriales de estas plantas y las necesidades reales del medio rural".

Se denunció también que estas plantas, que se presentan como soluciones sostenibles, "no están diseñadas para dar salida a los purines locales, sino para convertir los campos en vertederos de residuos externos, transformando al agricultor en gestor forzoso de residuos industriales bajo el eufemismo de abono enriquecido".

Durante los manifiestos, se reclamó el "derecho" de los pueblos a decidir sobre su futuro, criticando que las decisiones entre ayuntamientos, propietarios de fincas y grandes empresas, se toman "sin contar con la voz de quienes habitan y cuidan el territorio".

También se destacó el "perjuicio" de estas plantas, destacando la existencia de "camiones transitando a todas horas, malos olores que alcanzan varios kilómetros, riesgos para la salud pública, la convivencia vecinal y la contaminación de acuíferos, con beneficios nulos o inexistentes para la población local".

Desde la plataforma de Paredes se advirtió, además, del efecto llamada que ha traído consigo la macroplanta solar en su localidad, donde, según denunciaron, incluso se están produciendo "expropiaciones forzosas" de fincas privadas tras declararse estas instalaciones de "interés general" por parte de la Junta de Castilla y León.

"Una realidad que podría extenderse a otras zonas si no se pone freno a tiempo", aseguraron.

Finalmente, desde todas las asociaciones asistentes se expresó un mensaje de "solidaridad, fuerza y esperanza" hacia el pueblo de Santillán de la Vega, de menos de 50 habitantes, frente a un gigante como Repsol, que promueve esta planta a través de su alianza con Genia Bionergy.

Si bien, dejaron claro que la denuncia no iba dirigida a las estaciones de servicio de Repsol ni a sus trabajadores en la zona, sino a las políticas "extractivistas que emanan de las altas esferas de la corporación".

"Una vez se les abra la puerta, ya no se podrá cerrar", se escuchó en una de las intervenciones. "Porque lo que está en juego no es solo una planta, sino el modelo de vida de toda una comarca", añadieron.