
Paco Peña en el último partido del Hércules ante el Elche en Copa. Hércules CF
Una parálisis de 25 años: Villarreal, Levante y Elche se distancian a nivel deportivo y económico del Hércules
El equipo alicantino, segundo club con más peso en la Comunitat Valenciana al inicio del siglo, está a años luz de algunos de los que fueron sus rivales históricos.
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El reciente ascenso a Primera División del Levante y del Elche, dos enemigos íntimos del Hércules a lo largo de su historia, no hace más que reflejar la distancia entre los equipos de su entorno que durante una época compartían el mismo espacio vital.
El Hércules entró en el Siglo XXI en un mal momento deportivo, en Segunda B, pero mantenía la vitola de ser el segundo club de la Comunitat Valenciana con más temporadas en Primera (20) y casi la mitad de su historia en Segunda.
A mayor o menor distancia se encontraban entidades como Elche, Villarreal o Levante.
Desde entonces, y bajo la gestión del empresario Enrique Ortiz, el Hércules, a excepción de un lustro luminoso –desde 2006 a 2011- se ha quedado atrapado en el fango de la mediocridad, mientras sus rivales deportivos no paran de mutar y de crecer.
En los últimos 25 años, el Hércules solo cuenta con un ascenso a Primera, por tres, por ejemplo del Elche, que ya suma más temporadas en la élite, y del Levante, que llegó a competir y lucir en Europa no hace demasiado.
El club granota cumplirá el próximo curso su décimo séptima temporada en Primera. De ellas, 15 han sido desde 2004.
La comparación resulta aún más hiriente en el caso del Villarreal, si bien su crecimiento exponencial también fue fruto de la llegada de un afamado empresario, pero con un resultado muy distinto.
El equipo castellonense totaliza 25 campañas en la máxima categoría, 24 de ellas en el nuevo siglo. Además, el submarino cuenta en sus vitrinas con un título europeo, la Europa League, y numerosas participaciones en la Liga de Campeones.
No solo victorias
Todos los equipos pasan por malos momentos. El Elche, ahora en vuelo, compartió las penurias de Segunda B con el Hércules hace ocho años.
El Villarreal también descendió a Segunda a principios de la pasada década y al Levante le ha costado lo suyo volver a la élite.

Imagen del último partido entre Hércules y Elche. Hércules CF
La diferencia con el Hércules en que en todos los casos la apuesta de estas entidades no fue cruzarse de brazos y rendirse, sino apostar por crecer y mejorar.
Mientras el Hércules, por ejemplo, mantiene la misma estructura desde hace dos décadas, Elche, Villarreal y Levante se han convertido en entidades modernas, profesionalizadas de arriba a abajo y estables cuyo pulso no depende únicamente del día a día de su primer equipo.
Durante estos últimos años, las tres entidades han renovado y modernizado sus estadios, cuentan con canteras potentes y han construido, o están en ello, ciudades deportivas de primer nivel.
Hasta el Castellón, que vivió su etapa de penurias en Tercera División por deudas, ha remontado el vuelo en los últimos tiempos con dos ascensos a Segunda en la última década.
También el Albacete o el Cartagena, vecinos autonómicos, tienen más años en el fútbol profesional que el Hércules en las últimas décadas.
El único ejemplo comparable de parálisis deportiva es el Murcia, aunque el club grana, pese a los vaivenes accionariales que ha sufrido en los últimos años, también ha estado en este siglo más temporadas en Primera (2) que el Hércules.
El Hércules, un club histórico que está perdiendo a jirones su grandeza deportiva, ya no puede mirar a la cara a los que fueron algunos de sus adversarios no hace tanto y tiene que conformarse con medirse a sus filiales.
Sus deméritos deportivos le llevaron hace tres años a ser el sexto equipo por criterio deportivo –categoría en la que se encontraba- de su propia provincia, superado por el Elche, Eldense, Deportivo Alcoyano, La Nucía e Intercity.
A día de hoy, el Hércules ha mejorado su posición tras su último ascenso y los deméritos de los vecinos.
Durante las celebraciones del ascenso del Elche, la afición franjiverde se acordó de la histórica rivalidad con el Hércules.
Aunque en sus cánticos cargados de ironía también había algo de nostalgia y pena por el viejo enemigo que se perdió por el camino.