Varios billetes de 50 euros junto a una calculadora y un cuaderno.

Varios billetes de 50 euros junto a una calculadora y un cuaderno.

Sociedad

Ni salario mínimo ni sueldo medio: "Si quieres una pensión de jubilación de 2.500 euros, lo que debes ganar al mes es..."

Conseguir una pensión de jubilación de 2.500 euros al mes es el sueño de muchos, pero para conseguirla el trabajador necesita los requisitos necesarios.

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El retraso en la edad de jubilación y el estrés encabezaron el ránking de las preocupaciones laborales en 2024, según el V Barómetro de InfoJobs sobre preocupaciones de los españoles en relación al empleo. Pero más allá de la edad de jubilación, otra de las mayores preocupaciones de todo trabajador tiene que ver con el importe de la pensión.

Muchos trabajadores se preguntan si su pensión podrá cubrir todas sus necesidades una vez finalice su vida laboral. En particular, ¿qué salario es necesario para alcanzar una pensión de 2.500 euros mensuales? Para obtener esa cuantía, es fundamental tener en cuenta dos factores clave: los años cotizados y la base reguladora.

Esta se calcula a partir de las bases de cotización de los últimos 25 años trabajados, actualizadas según el IPC y divididas entre 350. El porcentaje de la base reguladora que se percibe como pensión depende directamente de los años cotizados: con 15 años se alcanza solo el 50% de la base, mientras que con 36 años y 6 meses o más se consigue el 100%.

Esto implica que, por ejemplo, para cobrar una pensión de 2.500 euros con el 50% de base reguladora (es decir, solo 15 años cotizados), habría que tener una base de cotización de 5.000 euros mensuales durante un largo periodo, algo muy poco común. Por eso, alcanzar esa pensión está en realidad al alcance únicamente de quienes coticen durante muchos años y con salarios altos.

Además, no se puede olvidar que en 2025 la pensión máxima en España está fijada en 3.267,60 euros mensuales (sin contar pagas extraordinarias), lo que impone un límite máximo a las aspiraciones de cualquier trabajador, por muy alta que haya sido su base de cotización.

Cómo conseguir una pensión de 2.500 euros

Para lograr una pensión de jubilación de 2.500 euros mensuales, no solo importa el salario que se haya percibido a lo largo de la vida laboral, sino también cuántos años se haya cotizado. La cantidad que finalmente se percibe depende del porcentaje que se aplica a la base reguladora, que crece a medida que aumenta el tiempo de cotización.

Así, cuantos menos años cotizados, mayor tendrá que haber sido la base de cotización para alcanzar esa cifra. Por ejemplo, con el mínimo exigido de 15 años cotizados, la base reguladora debería situarse en unos 5.000 euros mensuales. Si se ha trabajado un año más, con 16 años cotizados, se requeriría una base de 4.760 euros y con 17 años, una de 4.542 euros.

A medida que aumentan los años cotizados, la exigencia sobre la base se reduce: con 20 años de cotización, la base debería rondar los 4.007 euros, y con 25 años, los 3.388 euros. A partir de ahí, las cifras continúan descendiendo progresivamente.

Así, con 30 años cotizados, la base reguladora necesaria sería de unos 2.934 euros,con 33 años, de unos 2.716 euros y con 35 años, de 2.588 euros. Finalmente, quienes alcancen al menos 36 años y seis meses de cotización, ya podrían aspirar a una pensión de 2.500 euros si su base reguladora ha sido de, al menos, 2.500 euros mensuales.

Este sistema deja claro que, si bien llegar a esa pensión es posible, solo lo es para quienes logren combinar una carrera laboral extensa con bases de cotización elevadas.

Base reguladora y salario del trabajador

La base reguladora utilizada no coincide con el sueldo neto que recibe el trabajador en su cuenta bancaria. El motivo es que el salario neto es el resultado final tras aplicar retenciones del IRPF y descontar las cotizaciones a la Seguridad Social.

En cada nómina aparece reflejada una cifra clave: la base de cotización. Esta base, que suele ser superior al salario neto, es la cantidad sobre la que se calculan las aportaciones obligatorias del trabajador al sistema (como las que cubren contingencias comunes, desempleo o el Fondo de Garantía Salarial).

Además, si el salario incluye pagas extra prorrateadas (es decir, distribuidas mes a mes), ese importe también se suma a la base, aunque solo se cotiza una vez por cada mes trabajado, es decir, 12 veces al año.

Por tanto, para saber si se está cotizando lo suficiente como para alcanzar determinadas prestaciones en el futuro, conviene fijarse en esa base de cotización, no solo en el salario que finalmente se cobra mes a mes.