Estudiantes con un ordenador en clase.

Estudiantes con un ordenador en clase. Shutterstock

Educación

Pantallas, libros o ambas: el dilema de muchos centros educativos de Galicia

El programa E-Dixgal abrió una puerta a la digitalización de la enseñanza en su etapa obligatoria que, con el avance de los años

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La digitalización es un proceso imparable, que está modificando muchas maneras de abordar realidades diferentes. El empleo de los diferentes agentes de Inteligencia Artificial, la automatización de los procesos y el prescindir de procedimientos manuales para mecanizarlos ha permitido optimizar muchas realidades, haciendo que unas profesiones se modifiquen, otras directamente desaparezcan y otras aparezcan.

La educación no es un entorno diferente. La enseñanza tradicional ha ido evolucionando, a diferentes velocidades, hacia un entorno donde se prescinda de lo tradicional y se tienda a las pantallas. Programas como el E-DixGal han colaborado en este proceso que cambió de marcha, haciendo el símil del conductor de un turismo, con la pandemia de Covid-19.

De hecho, en las últimas semanas, un total de 14 centros educativos han decidido retirarse de este programa. No es un proceso sencillo, por las exigencias burocráticas que conlleva, las reuniones necesarias de Consello Escolar y Claustro, y las obligaciones contraídas en un proyecto que requiere una inversión económica en bienes materiales y su mantenimiento posterior.

La mayoría de centros que han optado por otra opción diferente a seguir en el programa E-DixGal no quieren entrar en mayores explicaciones. Entre el hartazgo por el proceso para salirse, y el miedo a críticas por no ser la situación más habitual, prefieren seguir gestionando con sus propios recursos el día a día y prescindir de un programa que, en conversación telefónica, califican de "incompleto".

La directora del IES Monte da Vila, Nuria Santiago, sí ha hablado con Quincemil y Treintayseis y ha detallado este proceso. "Tiene cosas que están bien, pero muchas mal. Fue un proceso muy complejo", resume explicando detalles de su largo camino.

La pandemia lo aceleró todo

Este centro se adentró en E-Dixgal por sus alumnos, cuando la pandemia obligó a cambiar el paso. Reconoce que muchos alumnos, en ese momento, tuvieron una brecha digital y este proceso les ayudó a solventarlo. "Compramos USB de datos, e incluso usamos ordenadores que tenían los profesores en casa y del equipo directivo. Como veíamos que iba a evolucionar, lo vimos bien", insiste.

Ahora que no van a continuar, deberán devolver ese material. "Que nos dejen los ordenadores y es un recurso más". Unos ordenadores que han generado problemas, pero que sin tantas ataduras pueden canalizarse con otro plano.

"La letra cada vez es horrible, no saben escribir derecho, en el ordenador lo hacen con un dedo. Es una bomba de relojería, aumentan los problemas de visión, crea una tensión innecesaria de perder los ordenadores, el seguro es caro y las reparaciones carísimas"

Nuria Santiago, directora el IES Monte da Vila

"La letra cada vez es horrible, no saben escribir derecho, en el ordenador lo hacen con un dedo. Es una bomba de relojería, aumentan los problemas de visión, crea una tensión innecesaria de perder los ordenadores, el seguro es caro y las reparaciones carísimas", especifica reconociendo la carga de horas destinadas a burocracia que genera el programa.

Además, el hecho de que los ordenadores no tengan un cortafuegos que permita el acceso a redes sociales o páginas de dudosa necesidad en horarios académicos se suma al riesgo de que los propios estudiantes los usen para acciones de bullying.

Fabricar su propio material si es necesario

E-DixGal dará paso a este, y en el resto de centros que no sigan en el proceso, a material elaborado por los propios centros educativos. "El profesorado fabrica su propio material y lo cuelga en el aula virtual. Se trabaja muy bien. También hay profesorado en aprendizaje cooperativo, libro de texto, libretas, proyecciones o fichas. Hay recursos y el profesorado viene muy preparado", comenta Nuria.

La directora reconoce que el hecho de que venga impuesta una editorial genera problemas a una parte del equipo docente, que ansía retomar la libertad que le da el poder marcar su propio camino sin la tensión de un formato tan rígido para preparar de una forma más correcta a su juicio a sus alumnos.

Otro centro de la zona norte confirma esta versión, pero no quiere dar a conocer de forma pública su posición. Reconocen estar ya trabajando en el nuevo contexto y que no les "da miedo" regresar a un método más antiguo pero que ha dado también buenos resultados, aunque son conscientes de que "tendremos críticas y nos llamarán antiguos".

Las ANPAS también quieren una solución

Muchas ANPAS no quieren manifestarse de una forma pública debido a que al final, representan a alumnos de muchas formas de pensar diferentes. La brecha digital, una de sus grandes críticas, existe desde el punto de vista de acceso por recursos económicos pero también de conocimientos.

Una de las que sí que se ha posicionado de forma pública es el ANPA O Forte de Melide. Su presidenta, Susana Seijas, ha firmado un escrito donde dicen sentirse "ninguneados" por la Consellería de Educación "por no prevenir en la normativa el preceptivo estudio de continuidad o no en el Consello Escolar" y que trasladarán este caso al Valedor do Pobo Galego y a la sociedad en general.

"Las normas no tienen que estar solo en el papel, sino que están para cumplirlas", concluyen en su escrito del 6 de junio, en el que le dan siete días a las autoridades para que esta salida sea efectiva.

Otras agrupaciones consultadas por Quincemil y Treintayseis, que no quieren hablar públicamente, están abiertamente en contra de este modelo digital por los problemas que presentan las pantallas.

Educación se defiende y establece un modelo híbrido

La Consellería de Educación considera que el programa E-Dixgal es un éxito y trabaja en mejorarlo con una modalidad híbrida que permita combinar ambas facetas, la parte tecnológica con la parte sin pantallas.

De esta forma, a principios de mayo, el departamento autonómico avanzó en esta línea que según el nivel de renta se prestarán libros de texto para compatibilizar este modelo.

Presentación del programa híbrido.

Presentación del programa híbrido. Xunta de Galicia.

Son casi 600 centros, 599 en concreto, los que se han sumado a esa línea. Tres materias podrán usar libros en Primaria y dos en ESO.

Fuentes del equipo de Educación insisten en las ventajas de este programa, pero si reconocen que han tenido algunos inputs negativos que tratan de solucionar con este modelo híbrido.

Los 14 centros que se salen

Educación confirma la salida de un total de 14 centros el próximo curso. En la provincia de A Coruña lo hacen el CPO San Vicente de Abaña, el IES Ricardo Carvalho Calero de Ferrol, y el CEIP Apostol Santiago de Santiago de Compostela. En Lugo, se salen el IES Fortem Albei de A Fonsagrada, el CEIP Poeta Avelino Díaz de Meira, el CEIP O Salvador de A Pastoriza y el IES do Camiño en Palas de Rei.

Por parte de Ourense, han decidido no continuar el CPR Concepción Arenal y el CPI José García García, ambos de la ciudad. De Pontevedra no seguirá el propio IES Monte da Vila de O Grove, el CPR La Inmaculada de Marín, el IES de Mos, el CEIP Mallón de Nigrán y el IES Val do Tea de Ponteareas.

Los expertos no quieren que se mezclen pantallas con innovación

"Cuando hablamos de pantallas en las aulas cometemos dos errores: pensar que tenemos que usarlas porque están en todos los ámbitos de nuestra vida y creer que pantallas y tecnología en el aula es sinónimo de innovación. Los recursos digitales son un recurso más que les pueden aprender a ayudar y a nosotros a enseñar, pero no son el único ni el mejor", resume la pedagoga de Universidade da Coruña, Patricia Godón, a preguntas de Quincemil y Treintayseis.

"Usamos tecnología en el aula para hacerlo mismo que hacíamos sin ella, manteniendo metodologías donde el docente explica y el estudiante de forma pasiva asimila información. Lo que hay que pensar es en la forma de enseñar y los objetivos a conseguir", insiste la pedagoga.

¿Hacia donde debe tender la enseñanza? "¿Queremos que los estudiantes desarrollen un pensamiento crítico, que aprendan a pensar, o memoricen datos, definiciones o conceptos? Si trabajamos solo con libros da igual que sea en papel o digitales, nuestra enseñanza no será innovadora ni responderá a los retos actuales", explica Patricia.

"Cuando hablamos de pantallas en las aulas cometemos dos errores: pensar que tenemos que usarlas porque están en todos los ámbitos de nuestra vida y creer que pantallas y tecnología en el aula es sinónimo de innovación"

Patricia Godón, pedagoga de la UDC

Los recursos digitales pueden aportar, a su juicio, "interactividad, flexibilidad, accesibilidad, adaptabilidad, multimodalidad, pero tienen que ser recursos de calidad y deben integrarse como un recurso más al servicio de nuestros fines educativos"

La palabra calidad es la que marca el signo diferenciador. "Los recursos de calidad son los que se adaptan a las características de aula y estudiantes y permiten acercarse a la realidad desde un enfoque complejo y favorecedor del pensamiento crítico".

Patricia también insiste en la idoneidad de los recursos "creados por los propios docentes, son más adecuados que aquellos que están estandarizados como el libro de texto, por tanto, las herramientas digitales abiertas que permiten crear su propio contenido y crear conocimiento de forma conjunta son las que deben estar en las aulas".

Por ello, aboga porque "desde la escuela se debe también fomentar un pensamiento crítico sobre el impacto de la tecnología. ¿Por qué las redes sociales son tan adictivas, por qué se viriliza información falsa, qué imagen se proyecta en medios? En muchos hogares las pantallas son solo recurso de entretenimiento y desde la escuela se debe fomentar también la parte educativa".

Su conclusión es clara: "Pantallas en el aula, sí, pero depende cómo".