
Tribunal Superior de Xustiza de Galicia en A Coruña
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El caso Samuel Luiz llega al TSXG: los abogados solicitan la reducción de condena
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia celebra este lunes la vista de apelación, en la que las defensas presentarán sus recursos para la reducción de condena
Más información: Los abogados de los asesinos de Samuel Luiz pedirán la rebaja de la condena en A Coruña
Después de cinco meses de espera para recurrir su condena, los acusados por el asesinato de Samuel Luiz en el paseo marítimo de A Coruña volvieron a los tribunales. Dos de ellos, Alejandro Freire (Yumba) y Diego Montaña, se presentaron en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia con el rostro cubierto bajo un abrigo y una mascarilla, escondiéndose de la prensa, sin pronunciar palabra alguna.
Por su parte, Alejandro Míguez y Kaio Amaral acudieron a cara descubierta. Los únicos que se dirigieron directamente a los magistrados para pronunciar sus últimas palabras al concluir la vista de apelación. "Soy inocente", declaró el primero. Kaio, en cambio, se atrevió a afirmar: "Samuel se pudo defender", en alusión a la paliza que acabó con la vida del joven en la madrugada del 3 de julio de 2021.
La vista de apelación duró unas cuatro horas. Tiempo durante el cual nada de lo que ocurría en el mundo exterior interfirió en el discurso de las defensas. Su objetivo: reducir las penas de sus clientes. Ni siquiera un apagón a nivel nacional logró colarse en la sala. Los móviles estaban prohibidos, y nadie —excepto los periodistas— era consciente de lo que estaba sucediendo fuera. Lo único que importaba allí dentro era que se hiciera justicia.
Con ello, el caso Samuel Luiz llegó este lunes al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, tres meses después de que la Audiencia Provincial de A Coruña dictara sentencia: un total de 74 años de prisión para los cuatro acusados de asesinato, que podrían verse reducidos en los próximos días tras la decisión de los magistrados.
Los abogados formalizaron sus recursos sin plantear la nulidad de la sentencia o del juicio. En la apelación, algunas hicieron referencia al hecho de que no se tuviesen en cuenta atenuantes alegadas como consumo de alcohol y drogas.
Empezaron, como de costumbre, por Diego Montaña, el principal señalado del caso por ser la persona que inició la agresión, condenado por asesinato con alevosía. Algo que su abogado, Luis Manuel Salgado, vino a recurrir esta mañana. El agravante por discriminación sexual fue lo que sumó a Montaña cuatro años de prisión, a los 20 que le caían por asesinato. "No es lo que motiva el hecho delictivo", aseguró su letrado ante el tribunal, refiriéndose al incentivo homofóbico durante el momento de la agresión. Por lo que solicitó la eliminación de alevosía.
Además, Salgado considera que "no se tuvo en cuenta el consumo de alcohol". "Mi defendido se bebió una botella de whisky, lo que equivale a siete copas", asegura el letrado. Solicita a su vez que se tengan en cuenta los atenuantes que pudieron influir en la agresión. Y no es el único, en la sesión de esta mañana, todos los letrados, excepto el de Alejandro Míguez, recurrieron al consumo de alcohol como incentivo a la hora de la paliza mortal.
Sin embargo, el Ministerio Fiscal, consideró la "desestimación de los recursos presentados y la confirmación íntegra de la sentencia". La fiscalía interpreta que se trata de un ataque sorpresivo, al haber interacción previa. "A nuestro juicio, -las palabras pronunciadas por Montaña- determinan claramente cuál era el motivo", explica. Al referirse a la frase que pronunció el condenado en el parque Europa después de la paliza mortal: "Quién le mandó al puto maricón meterse en esto, si era un puto maricón". Además, de la frase previa a la agresión: "Deja de grabar puto maricón".
En el caso de Alejandro Freire, defendido por David Freire, culpable de asesinato y condenado a 20 años de prisión, acude a la sala sin quitar la vista del suelo, manteniendo la misma actitud que durante el juicio. En manos de su abogado está que el tribunal considere el delito de homicidio con atenuantes, y no el de asesinato. Asimismo, el letrado presentó varios recursos, entre el que se encontraba el de vulneración de la presunción de inocendia. Así como el estado de embriaguez en el que dice que se encontraba en el momento de la agresión o el trastorno de TDH que padece su defendido.

De izquierda a derecha, Alejadro Míguez, Kaio Amaral, Alejandro Freire (Yumba) y Diego Montaña
La defensa de Kaio Amaral, por su parte, solicitó una graduación de condena, por la mínima. La sentencia condenó al acusado a 20 años y medio por asesinato y robo con violencia. Cabe recordar que este fue el que se llevó el móvil de Samuel del lugar del crimen cuando este ya estaba tendido en el suelo.
Kaio Amaral se presentó en el TSXG con una mascarilla cubriéndole el rostro, evitanto que la prensa lo fotografiara. Y una vez concluido la sesión aprovechó su última palabra para afirmar que "Samuel se pudo defender". Algo que las partes negaron. "Samuel fue derribado hasta en tres ocasiones…", indicó la abogada de la familia.
Su abogado, Ramón Sierra, solicitó una graduación de condena para su defendido. "Nadie lo vio dar una patada. En las imágenes tan solo se le ve tirar la pierna, pero no el impacto", señaló. Asimismo, pide que se le retire la acusación de robo con violencia, al considerar que no hizo uso de la fuerza para retirarle el teléfono móvil.
Manuel Ferreiro, abogado de Alejandro Míguez, el único en libertad hasta el momento, no cambió su defensa. Se basó en la falta de pruebas hacia su encausado. "En mi opinión, la primera vez que me encuentro con una condena en la que la participación de un defendido carece de toda prueba que la respalde. Pido que se realice un juicio sobre el juicio... Considero que es un homicidio con abuso de la superioridad, pero no es mi guerra", concluye Ferreiro. A lo que su cliente pudo añadir: "Soy inocente".
Turno de la acusación
En el turno de la acusación, la abogada de la familia desestimó los recursos presentados por los abogados de los cuatro condenados. Para ello fue necesario recordar lo que sucedió la noche del 3 de junio de 2021. “Samuel fue derribado hasta en tres ocasiones… No tuvo posibilidad de defenderse”, explicó la letrada. Con ello recordó los informes presentados por los forenses, en los que se detallan los golpes recibidos por Samuel durante la paliza mortal, “la mayoría de ellos en la cabeza”. Ni que la cocaina en el caso de Freire fue un agravante, ni el alcohol en caso de Diego Montaña, son aceptados para solicitar una reducción de la pena. “La sentencia es razonada y razonable. Por lo que solicitamos que los recursos sean solicitados”, concluye.
La acusación popular que ejerce el colectivo de ALAS Coruña, hizo mención al agravante de discriminación que se le atribuye a Diego Montaña. “Qué más da la orientación sexual de Samuel o de cualquiera, lo que importa es lo que piensa el señalante, y no el señalado” asegura Mario punzo. Con ello el letrado da importancia a lo que dijo y pensó el condenado, más que a lo que vio: “Le molestaba que le estuviera grabando o le molestaba que le estuviera grabando un maricon”