La cápsula Crew Dragon acoplándose a la ISS

La cápsula Crew Dragon acoplándose a la ISS NASA Omicrono

Defensa y Espacio

Qué es Dragon, la cápsula que usa la NASA para llegar a la ISS y Musk amenaza con destruir en respuesta a Trump

Trump quiere cancelar los contratos federales de Musk y el multimillonario ha amenazado con destruir el principal transporte de astronautas de la NASA.

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Elon Musk y Donald Trump han iniciado una guerra el uno contra el otro. El cruce de acusaciones y ataques personales que están protagonizando promete llevarse por delante parte de lo conseguido por ambos cuando trabajaban como aliados, al menos si llevan a cabo sus amenazas.

Entre los riesgos está la pérdida del programa de transporte de astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS), que SpaceX, empresa fundada por Elon Musk, lleva realizando en nombre de la NASA desde hace años.

El presidente de los Estados Unidos sugería terminar con los contratos federales que tienen las empresas de Musk: "Siempre me sorprendió que Biden no lo hiciera". La respuesta de Musk no se hizo esperar y aseguró también en la red social que compró en 2022 que "SpaceX comenzará a desmantelar su nave espacial Dragon de inmediato."

Hay que recordar que entre los contratos que tiene la NASA con SpaceX, no solo está el transporte hasta la ISS. La agencia también cuenta con esta empresa para volver a colocar al ser humano en la Luna con las misiones Artemis. Incluso se le ha encargado a la compañía de Musk construir la nave que desplazará la ISS contra la Tierra para ser destruida, posiblemente a partir de 2030.

La cápsula Dragon

Dragon es la cápsula creada por SpaceX hace casi una década que se encarga de transportar materiales y astronautas hasta la Estación Espacial Internacional y de regreso. A bordo de los cohetes Falcon 9 también de SpaceX, esta nave es clave para las rotación de personal de la estación cada pocos meses.

También ha sido el vehículo de importantes misiones privadas como la reciente Polaris Dawn. En ella se consiguió el hito de la primera caminata espacial de civiles de la historia, protagonizada por el millonario, Jared Isaacman, y Sarah Gillis, especialista de misión e ingeniera de SpaceX. Al propio magnate le interesa conservar esta nave.

Precisamente Isaacman ha sido otro de los platos rotos de este divorcio mediático entre Elon Musk y Donald Trump. Sólo unas horas después de que Musk renunciara a su puesto en el Gobierno de EEUU, el presidente eliminaba a Isaacman como postulante a jefe de la NASA.

La candidatura de Isaacman había sido muy cuestionada por su relación con Musk y SpaceX. "Pronto anunciaré un nuevo candidato que estará alineado con la misión y que priorizará a Estados Unidos en el espacio", prosiguió Trump después de anunciar el cese de Isaacman como candidato.

Las rupturas pueden ser complejas y con discusiones en las que se dicen cosas de las que luego uno se arrepiente, como Musk que poco después de poner este tuit, ha rectificado en cierta medida. Un usuario apelaba a la cordura entre ambos líderes: "Es una pena este tira y afloja. Ambos son mejores que esto. Cálmense y relájense un par de días".

A lo que el multimillonario ha contestado: "Buen consejo, no desmantelaremos la Dragon". Aún así, la sugerencia de Trump de rescindir contratos puede igualmente poner en peligro la continuidad de la actividad en la Estación Espacial Internacional.

Misiones a la ISS

En el último año, la NASA realizó un vuelo de prueba con Starliner, la nave de Boeing, un viaje tripulado cuyos fallos obligaron a la agencia a recurrir a SpaceX en última instancia. Los astronautas que llegaron con Starliner, volvieron meses después a la Tierra a bordo de una cápsula Dragon de SpaceX.

Este acontecimiento, en parte rutinario, fue celebrado conjuntamente por Musk y Trump como una victoria de ambos frente a la anterior administración, cuando la relación aún era estrecha tras haber ganado las elecciones el actual presidente estadounidense.

SpaceX no tiene rival, por el momento, para declinar las misiones a la ISS a otra empresa. Salvo que se vuelva a recurrir a las lanzaderas Soyuz de Rusia, donde han viajado los astronautas estadounidenses durante años, alguna vez sigue ocurriendo esta colaboración entre ambas agencias.

No obstante, hay que tener en cuenta la intención de Trump de reducir en gran medida el presupuesto de la NASA, o las declaraciones de Musk para acabar con la Estación Espacial Internacional cuanto antes. Esta nueva guerra entre ambos crea aún más incertidumbre en el futuro de las misiones espaciales estadounidenses, desde los viajes a la Luna de Artemis hasta los últimos años de una estación con tanta historia como es la ISS.