Nuria Roca.

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Interiorismo

Nuria Roca, 53 años: “De pequeña tenía el Guernica en el salón, ahora tengo un dibujo mío como decoración”

La presentadora comparte la emotiva historia de cómo un dibujo que realizó a los 12 años, inspirado en el Guernica de Picasso, se ha convertido en una pieza central de la decoración de su hogar.

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Nuria Roca ha revelado recientemente un detalle íntimo de su vida familiar y su hogar: un dibujo que realizó a los 12 años, inspirado en el Guernica de Pablo Picasso, ahora adorna una de las paredes de su casa. Este gesto no solo refleja su aprecio por el arte, sino también la importancia de los recuerdos personales en la creación de un espacio acogedor y significativo.

La presentadora creció en un entorno donde el arte tenía un lugar destacado. “Crecí con un cuadro del Guernica en el salón; me fascinaban aquellas figuras entrelazadas y retorcidas”, compartió Roca en sus redes sociales.

Esta temprana exposición al arte influyó en su sensibilidad estética y en su forma de entender la decoración como una extensión de la identidad personal.

La casa de Nuria Roca.

La casa de Nuria Roca. Foto: @nuriarocagranell

El dibujo, que representa uno de los caballos del Guernica, fue cuidadosamente guardado por su madre y, años después, enmarcado y regalado a Nuria.

“Hoy una parte de ese Guernica está en mi salón”, afirma la presentadora, destacando cómo los objetos con valor sentimental pueden enriquecer y personalizar nuestros espacios.

Incorporar obras de arte en la decoración del hogar no solo embellece los espacios, sino que también permite expresar la personalidad y las vivencias de quienes los habitan.

El caso de Nuria Roca ejemplifica cómo una pieza con historia personal puede convertirse en un elemento central de la decoración, aportando autenticidad y calidez al ambiente.

El dibujo de Nuria Roca.

El dibujo de Nuria Roca. Foto: @nuriarocagranell

Además, este enfoque resalta la tendencia de valorar y reutilizar objetos con significado, en lugar de optar únicamente por elementos decorativos nuevos o impersonales. Así, el hogar se transforma en un espacio que cuenta historias y refleja las experiencias de sus habitantes.

La historia de Nuria Roca invita a reflexionar sobre la importancia de rodearse de objetos que evocan recuerdos y emociones. Incorporar dibujos, fotografías o cualquier creación personal en la decoración puede aportar un toque único y significativo a cualquier estancia.

Además, esta práctica fomenta la creatividad y permite que cada rincón del hogar tenga un carácter distintivo, alejándose de las tendencias uniformes y promoviendo un estilo más auténtico y personalizado.

El enfoque de Nuria Roca hacia la decoración demuestra cómo es posible combinar estética y funcionalidad con elementos que tienen un profundo valor emocional.

Al integrar recuerdos personales en la decoración, se crea un ambiente que no solo es visualmente atractivo, sino también lleno de significado y conexión emocional.

Este estilo de decoración no solo embellece el espacio, sino que también contribuye al bienestar emocional, al rodearse de objetos que evocan momentos felices y significativos de la vida.

Para Nuria, ese dibujo no es solo una pieza decorativa, sino un puente con su infancia y con su primer contacto consciente con el arte. “Lo hice en clase de plástica, inspirándome en uno de los caballos del Guernica”, explicó.

La obra, que permaneció años guardada por su madre, simboliza el respeto por la creatividad infantil y el valor de conservar lo hecho con amor.

El gesto de Nuria Roca ha resonado entre sus seguidores, muchos de los cuales han compartido que también conservan dibujos, cartas o manualidades de su niñez o la de sus hijos.

Su historia nos recuerda que los hogares más personales no siempre se construyen con grandes inversiones, sino con detalles que hablan de quiénes somos y de dónde venimos.

En un momento en el que las tendencias decorativas cambian constantemente, Nuria Roca demuestra que los objetos con historia son los que realmente marcan la diferencia.

No hay mueble de diseño ni obra de autor que sustituya el valor sentimental de una creación personal. Al final, los hogares más bonitos son los que reflejan nuestra historia y nos hacen sentir en casa.