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Se cumplen dos semanas desde que Aena dio el pistoletazo de salida a los controles de acceso a las terminales entre las 21.00 y las 5.00 horas. Y lo cierto es que la medida ha logrado disminuir el número de indigentes que pernoctan dentro de las instalaciones del Adolfo Suárez.

Un indigente que lleva muchos años durmiendo en la T-1, cuenta a Madrid Total que muchos se han trasladado "al parking" y otros "al pueblo de Barajas", sobre todo teniendo en cuenta "el buen tiempo" de los últimos días.

"Los que llevamos aquí muchos años tenemos miedo de qué pasará después de que se realice el censo que prometieron en el mes de mayo", cuentan estas fuentes.

Además, este indigente y un compañero suyo destacan la dureza de los controles que llegaron hace dos semanas: "No podemos ni salir a fumar, la semana pasada, después de un cigarro no me dejaron entrar y tuve que dormir en la calle".

Por otro lado, trabajadores del aeropuerto apuntan a que, a pesar de que se ha reducido el número de indigentes que duermen dentro de Barajas, los más conflictivos, "aún permanecen" en las terminales.

Indigentes durmiendo en la T4 del Aeropuerto de Barajas. E. E.

"Los controles y la promesa del censo han sido un buen comienzo, pero se necesitan otras soluciones para dar respuesta a esta crisis, que tiene que terminar", relata un trabajador.

A pesar del choque entre administraciones que ha supuesto la crisis de los indigentes, Aena y el Ayuntamiento madrileño se reunieron el pasado jueves 22 de mayo, tan solo un día después de que la sociedad aeroportuaria comenzara los controles.

Tras la reunión, acordaron que una entidad externa realizará un censo de todos los indigentes que pernoctan en Barajas.

Tal y como informaron fuentes consultadas por este periódico, todo apunta a que será Fresno Consulting la que realizará el conteo, aunque Aena no confirma que vaya a ser esta entidad la que finalmente se encargue del censo.

Trabajadores "hartos"

Por su parte, los empleados de Barajas llevan meses denunciando que la situación de los indigentes es "insostenible" y se quejan de que han vivido situaciones de "inseguridad", ya que algunos sintecho son "conflictivos".

Este periódico ha hablado durante las últimas semanas con trabajadores de diversos perfiles y todos coinciden en que "las administraciones deben trabajar en una solución conjunta a la altura de un problema social tan complejo".

"El momento en el que la situación con los indigentes se fue de las manos fue justo después de la pandemia. Antes de ese momento, había algunos indigentes, pero después del Covid se contaban por cientos", contó una auxiliar de pasajeros a Madrid Total.

Por desgracia, este colectivo de empleados ha sufrido en ocasiones "insultos y agresiones verbales" por parte de los indigentes más conflictivos que, según dicen, "sufren graves patologías mentales".

"Hay un grupo especialmente complicado que incluso lleva un chaleco amarillo y parecen verdaderos empleados. Hablan con los pasajeros y les quieren cobrar por embalarles las maletas, cuando ese servicio ya se ofrece de manera legal", explicó.

"Los trabajadores de Barajas no queremos criminalizar a nadie y sabemos que hay perfiles de muchos tipos, hay gente que sólo viene al aeropuerto a dormir. Pero si hemos querido hablar es para visibilizar un problema grave que afecta a nuestra seguridad", apostilló esta trabajadora.

La planta intermedia entre facturación y llegadas que ha sido ocupada por los indigentes. Cedida

Por su parte, un trabajador de seguridad contó que era vital "endurecer las medidas": "Hace poco, dos indigentes comenzaron a increparse y terminaron sacando un cuchillo y un destornillador. Tuvo que intervenir la policía".

De este modo, los trabajadores del Adolfo Suárez piden soluciones y muchos de ellos apuntan a que, por desgracia, el aeropuerto se ha convertido "en una especie de Bronx".