
Jesús M. de la Fuente Ortiz, CCO de Recap Energy.
Con el apagón sin precedentes vivido en la Península Ibérica todavía en nuestras mentes, cada vez hay más consenso en torno a la falta de inercia de nuestro sistema eléctrico. Es decir, cuando se produce una perturbación, las centrales de generación son incapaces de mantener la frecuencia de la red, desencadenando una desconexión en cascada que desemboca en un apagón total. En pocas palabras: el sistema no es resiliente cuando falta tecnología de generación síncrona.
Si aceptamos esta premisa como cierta, la solución no es inmediata, lo que significa que existe un riesgo razonable de que vuelvan a producirse apagones.
La energía solar fotovoltaica no es el problema y, desde luego, cerrar las centrales que aportan firmeza al sistema tampoco es la solución. El mercado eléctrico da prioridad a la entrada de fuentes de energía renovables frente a otras tecnologías, lo que hace que la energía solar se convierta en dominante durante las horas de sol. Sin embargo, por sí sola no puede aportar inercia ni capacidad de ‘grid forming’. En su lugar, se sincroniza con la frecuencia establecida por fuentes de generación síncronas como la hidráulica, la nuclear, las centrales de ciclo combinado o la cogeneración industrial, en su mayoría instalaciones que requirieron años de planificación para su instalación y que no se han expandido al mismo ritmo que la capacidad fotovoltaica recién añadida. De hecho, algunas de estas instalaciones han cerrado por falta de rentabilidad. Además, el sistema no ha sido dotado de suficiente capacidad de almacenamiento para estabilizar la frecuencia y la tensión de la red.
Además de lo anterior, España y Portugal son prácticamente una isla energética, lo que añade vulnerabilidad a la red, ya que no puede confiar en los sistemas de los países vecinos para evitar una situación como la ocurrida el 28 de abril.
Hablando de países vecinos —especialmente los nórdicos—, merece la pena observar por qué no sufren apagones repentinos, ni siquiera se acercan al riesgo. Llevan años estableciendo innovadores controles de estabilidad de la red robustos, automáticos y descentralizados. Un buen ejemplo es el sistema eléctrico sueco, gestionado por el Operador del Sistema de Transmisión (TSO) Svenska Kraftnät (SVK), que cuenta con cientos de sistemas de almacenamiento distribuidos por todo el país que proporcionan una regulación instantánea de la frecuencia a petición del operador de la red, donde Recap Energy desempeña un papel clave como agregador técnico.
El otro día hablaba con mi colega Mikael Odenberg, asesor senior de nuestra empresa, ex presidente del TSO sueco SVK y ex ministro de Defensa de Suecia, y me comentaba que sigue sin explicarse qué causó el apagón ibérico, insistiendo en que lo más probable es que una serie de circunstancias diferentes coincidieran y generaran un efecto en cascada. No obstante, como la causa de fondo sigue siendo desconocida, me alentaba a esperar al resultado de las investigaciones en curso.
Además de miles de hogares, la industria española también está expuesta al riesgo de que esto vuelva a ocurrir. La pregunta que está ahora en el aire es: ¿cómo puede protegerse el sector industrial de futuros sucesos como este? Estando de acuerdo con Odenberg, creo que no hay salvaguardas infalibles que puedan protegernos de grandes apagones. Sin embargo, es interesante la comparación que hacía Mikael sobre Suecia y España, subrayando que pueden observarse dos diferencias relacionadas con la capacidad de recuperación. Una es que Suecia, gracias a la generación hidroeléctrica y nuclear, tiene más inercia en su sistema. La otra es que Suecia tiene fuertes interconexiones de CA y CC con seis países vecinos, mientras que la Península Ibérica tiene una todavía insuficiente conexión con Francia.
Otra cuestión a tener en cuenta es cómo el almacenamiento puede ayudar al sector industrial y al gestor de redes de transporte. La capacidad de almacenamiento no sólo sirve para proteger a las industrias de los cortes, sino que también facilita la capacidad del Gestor de la Red de Transporte para restablecer las perturbaciones y proteger la estabilidad de frecuencia y tensión.
Por último, como antiguo director del sistema eléctrico sueco, Mikael me trasladó unas recomendaciones útiles para mejorar la resiliencia del sistema, que también quiero compartir en estas líneas. Por un lado, cree que la resiliencia de la red española puede mejorar a largo plazo con interconexiones internacionales reforzadas y nueva capacidad de generación que proporcione más inercia. A corto plazo, apunta inteligentemente que la solución obvia es más capacidad de almacenamiento.
*** Jesús M. de la Fuente Ortiz es CCO de Recap Energy