
Imagen de la inauguración oficial del South Summit 2025.
Muchos políticos "y pocas nueces": la innovación pierde fuelle en South Summit ante el ruido institucional
El despliegue político eclipsa el ecosistema emprendedor en la última edición del evento, sobre el que planea la sombra de un "efecto burbuja".
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La decimocuarta edición de South Summit ha estado marcada por una fuerte presencia institucional, que ha generado tanto expectación como críticas. La inauguración corrió a cargo del Rey Felipe VI, acompañado de una larga lista de representantes políticos, desde ministros como Óscar López y Carlos Cuerpo hasta la presidenta regional Isabel Díaz Ayuso. Aunque algunos, como la secretaria de Estado, María González Veracruz, han destacado avances como la Ley de Startups o el Foro de Empresas Emergentes, la percepción generalizada entre parte del ecosistema es que el protagonismo político ha terminado por eclipsar el fondo real del encuentro: la innovación y el emprendimiento.
Pese a ello, el South Summit ha vuelto a ser un punto de encuentro para fondos internacionales, emprendedores y aceleradoras que buscan impulsar el ecosistema español. Voces como Paul Murphy (Lightspeed Venture Partners) o Christian Winter (Cusp Capital) han reivindicado el atractivo creciente de España, aunque sin ocultar la distancia aún existente respecto a mercados como Alemania o Estados Unidos. Se ha subrayado la necesidad de incentivar fiscalmente la participación de empleados en startups y la importancia de crear condiciones que favorezcan el surgimiento de nuevos unicornios desde el sur de Europa.
Al margen de los focos institucionales, en los paneles se han debatido tendencias clave como el avance de la inteligencia artificial, la colaboración entre fintechs y banca tradicional, o la evolución del marco regulatorio. Mastercard, por ejemplo, ha reunido a startups y expertos para analizar cómo la regulación puede transformarse en un impulsor de la innovación, y diversos inversores han llamado a construir modelos eficientes desde el inicio, centrados en la entrega de valor real y con una propuesta diferenciada.
Sin embargo, la sombra del "efecto burbuja" ha vuelto a planear sobre el evento. Conversaciones anónimas y dinámicas repetidas —como el desfile de emprendedores sin proyectos claros o stands institucionales sin startups reales— alimentan el debate sobre la madurez del ecosistema.

El Rey Felipe VI durante la inauguración del South Summit 2025.
Para algunos analistas,l South Summit muestra signos de agotamiento, con una expansión internacional forzada, menor presencia privada y un relato oficial que contrasta con la realidad de muchos participantes. La cita sigue siendo relevante, pero la autocrítica y la autenticidad parecen más necesarias que nunca.
Calma tras la tormenta
Y la calma llegó después del huracán político. Los pasillos de la Nave el pasado jueves nada tuvieron que ver con los que experimentaron los visitantes el miércoles, ya que el caos, las colas y las aglomeraciones dieron paso a un ambiente más calmado (incluso, demasiado).
Tras una primera jornada marcada por la agenda política, el ecosistema emprendedor cogió las riendas en el segundo ‘round’ delSouth Summit 2025 con el objetivo de volver a poner el objetivo primigenio del encuentro: la colaboración entre actores y la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio.
Tal fue la estampida institucional que la única personalidad política citada para ese día, la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, María González Veracruz, que iba a participar en un encuentro promovido por la Fundación ONCE, terminó por declinar la invitación frente a otros compromisos. En su lugar, acudió el secretario General de Red.es, David Francisco Blanco, que charló junto la fundadora del encuentro, María Benjumea, el vicepresidente primero de la Fundación ONCE, Alberto Durán López, y la presidenta y consejera delegada de COFIDES, Ángela Pérez, sobre la relación entre la accesibilidad y la tecnología en un encuentro en que incluso se animaron a echarse a bailar (literal y metafóricamente).
Junto a la accesibilidad, se repitieron tendencias de años anteriores como la inteligencia artificial, que se abordó desde su potencial, pero también desde sus desafíos, o la sostenibilidad, una preocupación que subyace y afecta a todo el ecosistema.

El fundador de Netflix, Marc Randolph, durante su presentación en South Summit.
La pugna por convertirse en “el hub de” también estuvo presente en el encuentro, donde representantes de Valencia, Extremadura, Madrid, Canarias o Melilla enumeraron y presumieron de las fortalezas de sus regiones para ser referentes en tecnología e innovación, desde los incentivos fiscales hasta la oferta de una mejor calidad de vida o el fomento del ecosistema emprendedor a través de iniciativas colaborativas. Eso sí, todos coincidieron en una única preocupación: la atracción y retención del talento.
El cierre del segundo día vino de la mano del fundador de Netflix, Marc Randolph, que hizo un recorrido por la historia desde la puesta en marcha de la plataforma. En su intervención insistió en que el éxito a la hora de emprender no recae en tener una buena idea, sino en tener muchas malas y poder probarlas todas. “Cuantas más pruebas fallidas hagas, más rápido y barato innovas”, afirmó.
Fin de una edición descafeinada
Si la calma era la protagonista del segundo día del South Summit, el tercero esta sensación no se quedaba atrás. Los grandes nombres se iban diluyendo en una agenda que cambiaba tras el paso de las horas y en la que no había ninguna pista del nombre y el cargo de la persona encargada de concluir una edición que los asistentes a la misma calificaban de “descafeinada”.
Entre los pocos asuntos de relevancia este último día destacó la intervención de Ángel Niño, el concejal de Innovación del Ayuntamiento de Madrid, que presentó las novedades en relación al sandbox de Madrid, un entorno controlado que permitirá probar prototipos en materias relacionadas con la sostenibilidad, la movilidad o el turismo. En palabras del propio Niño, el objetivo es convertir a la ciudad en el laboratorio para la innovación más grande de Europa con el apoyo de la Administración.
También, cabe mencionar la presencia del exprimer ministro italiano Enrico Letta, que participó en una ponencia en la que analizó el contexto geopolítico actual, con especial foco en el espacio comunitario. Letta reflexionó sobre cómo puede Europa ayudar a sus empresas para que puedan escalar y competir en el terreno internacional.

Una imagen de la primera jornada del South Summit 2025.
Finalmente, el broche al evento lo puso la cantautora malagueña María Peláe, que abrió la clausura de la 14ª edición del South Summit, en la que la fundadora y presidenta del mismo fue la encargada de cerrar poner punto y final al encuentro. Cabe destacar que, en otras ocasiones, Benjumea se había visto acompañada de grandes nombres del panorama institucional para finalizar la cita, pero en esta ocasión, tras el colapso del primer día, lo hizo sin ese respaldo político.
Con el anuncio de las ganadoras de la Startup Competition, en las categorías de startup ‘Más Disruptiva’, ‘Más Sostenible’, ‘Más Escalable’ y startup con el ‘Mejor Equipo’, se ha dado por finalizada una convocatoria que lejos de repetir el lustre de otros años, parece haberse apagado sutilmente. Habrá que esperar a la siguiente, la décimo quinta edición, para ver si lo recupera.
La visión de Pedro Duque
Uno de los momentos más destacados de la primera jornada vino de la mano de Pedro Duque, actual presidente de Hispasat (el operador español de satélites de telecomunicaciones), exministro de Ciencia e Innovación y primer astronauta español, que participó en un encuentro a puerta cerrada con un grupo de medios, entre los que estaba DISRUPTORES-EL ESPAÑOL. Todo ello, además, en un momento en que el sector aeroespacial se consolida como industria estratégica para Europa y para España.
Uno de sus primeros mensajes no se hizo esperar: "sin conexión no hay innovación posible". Desde su puesto al frente de Hispasat, presume: “Hemos cerrado por completo la brecha digital en España”, afirmó. “Incluso en zonas remotas cualquier persona puede acceder a 100 megabytes gracias a nuestros satélites y a las ayudas del Gobierno”, asegura con un poso que recuerda a sus días en el Ejecutivo.
“Las granjas también necesitan conectividad para poder vender por internet. Sin ella, no pueden participar de la economía digital”, subrayó.
Durante el encuentro, Duque también explicó los planes en marcha para desarrollar IRIS, una constelación pública-privada de satélites impulsada por la Comisión Europea. Su objetivo es garantizar comunicaciones seguras, con baja latencia y sin depender de plataformas tecnológicas extranjeras.
“Si no perteneces a SpaceX, dependes de una única fuente global. Europa quiere romper con eso”, señaló. IRIS se plantea como una red soberana para ofrecer servicios gubernamentales y comerciales en todo el mundo, con control de los datos por parte de actores públicos o empresas de confianza. “No se trata solo de tecnología, se trata de quién controla las infraestructuras y la información”, recalcó.
Duque comparó esta iniciativa con los avances de otras potencias: China ya opera constelaciones con más de 90 satélites, mientras que Amazon ha lanzado los primeros nodos de su red Kuiper. "Europa debe actuar rápido si quiere mantener su autonomía en un sector cada vez más estratégico", insistió. “Nuestro trabajo no es vender satélites, es asegurarnos de que la tecnología esté al servicio de todos”.
Preguntado por el papel de la inteligencia artificial, el directivo quiso mostrarse cauto ante la fascinación que está generando esta tecnología. “La IA es potente, pero no debemos olvidar otros avances igual de disruptivos, como los sistemas de lanzamiento de satélites reutilizables. No tienen nada que ver con IA, pero son técnicamente igual de complejos y estratégicos”.
Sí reconoce que la IA, en manos de los emprendedores, puede acelerar el desarrollo de nuevas ideas. Pero vuelve a recordar que "la democratización de la tecnología empieza por el acceso. Ese es el primer paso para que haya innovación real”.
“Hay países como China o la India que ya están enseñando inteligencia artificial en las escuelas. Europa también tiene que moverse”, advirtió. “La innovación no va solo de lápices o ábacos. Va de dotar a las nuevas generaciones de herramientas reales para construir el futuro”.
En un momento de su intervención, Duque aludió también a su experiencia como ministro: “Duplicamos el presupuesto de ciencia e innovación en España, y ahora, cinco años después, ya se empieza a notar el impacto”. Según explicó, los grandes proyectos necesitan tiempo para dar frutos, pero son esenciales para garantizar que Europa y España mantengan una posición competitiva.