Alcaraz levanta el título de Roland Garros tras remontar ante Sinner.

Alcaraz levanta el título de Roland Garros tras remontar ante Sinner. Reuters Reuters

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Alcaraz retiene la corona de París con una remontada épica ante Jannik Sinner en la final más larga de Roland Garros

El murciano protagoniza una reacción heroica tras tener el partido casi perdido (4-6, 6-7, 6-4, 7-6 y 7-6) ante el italiano, intratable hasta el tercer set pero vulnerable ante la exhibición de su rival en la recta final. 

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Carlos Alcaraz ha revalidado su condición de campeón de Roland Garros tras derrotar al italiano Jannik Sinner en cinco sets (4-6, 6-7, 6-4, 7-6 y 7-6). La final se alargó hasta las 5 horas y media, la más larga de la historia del torneo. 

El partido simbolizaba el inicio de una nueva era en el tenis mundial y no defraudó. Sinner ganó los dos primeros sets y tuvo tres bolas de torneo en el tercero, pero un combativo Alcaraz llevó la final al quinto set con una remontada heroica.

Con su victoria, el murciano adelanta al de San Candido en número de títulos (20-19) y prolonga su pleno de finales de Grand Slam sin conocer la derrota: cinco de cinco.

Era la primera final de Grand Slam entre los dos tenistas llamados a liderar a esta generación y Alcaraz dio un puñetazo en la mesa con su quinta victoria seguida contra el italiano. 

En la retina, la final del Masters de Roma en la que Alcaraz fue muy superior, pero el italiano se había perdido casi toda la temporada de tierra batida tras cumplir tres meses de sanción y no llegó en su mejor momento.

Esta vez, la historia era diferente. Sinner llegaba a la final sin haber cedido un solo set en todo el torneo y habiendo ganado los últimos 20 partidos de Grand Slam de manera consecutiva.

Jannik Sinner, muy tocado tras el desenlace de la final.

Jannik Sinner, muy tocado tras el desenlace de la final. Reuters Reuters

El primer set estuvo muy igualado y se alargó durante una hora, pero los detalles decantaron la balanza a favor del italiano. Alcaraz desaprovechó muchas bolas de rotura en el inicio y se acabó acordando de ellas.

El primer juego duró 12 minutos, aviso de lo que estaba por venir. Pronto llegó el break de Alcaraz para poner el 3-2, pero Sinner respondió con un contrabreak para igualar el partido. No se le escapaba nada al número uno, muy sobrio en todo momento.

Con 4-4, los médicos tuvieron que atender a Alcaraz por problemas de visión. Se le había metido algo en el ojo, pero al menos esta vez no fueron avispas como en el Indian Wells del año pasado.

Los médicos atienden a Alcaraz por sus problemas en el ojo.

Los médicos atienden a Alcaraz por sus problemas en el ojo. Reuters Reuters

Sinner ganó su servicio para ponerse 5-4 y Alcaraz no podía fallar si quería, al menos, forzar el tie break. Pero el italiano restó de maravilla y rompió al murciano para llevarse la primera manga.

En el segundo parcial, Sinner llegó pletórico y puso la directa con un break nada más empezar. No fallaba desde su saque y pronto se vio 4-1 arriba.

Alcaraz miraba a su entrenador, Juan Carlos Ferrero, con cara de circunstancias. Tenía una roca delante. No fallaba el italiano e imprimía un ritmo de golpes brutal.

Alcaraz trató de cambiar su estrategia y variar más sus golpes. Instó a correr a su rival y puso el 4-2 haciéndose fuerte en el rally.

Seguía creciendo el español ante un Sinner impasible y, con 5-3 para el número uno, tocaba buscar el milagro.

El número dos, por fin, provocó errores en su rival y sacó el puño a pasear. Break, 5-4 y servicio para poner la igualdad en un set que parecía perdido.

El partido había cambiado por completo. Alcaraz dejó de estar cabizbajo y los nervios se mudaron al otro lado. Era el ahora o nunca y puso el 5-5 por la vía rápida.

Sinner debía rehacerse desde el saque pero el lenguaje corporal denotaba nerviosismo. Cañas, errores no forzados y bolas que se iban fuera.

Sacó el aura de campeón y firmó un juego impecable desde el servicio en el que ambos tenistas regalaron el punto del partido.

El de San Candido realizó todos los golpes posibles en el tenis en un solo punto, dejada, globo y smash desde la red para trasladar la presión al español.

Alcaraz celebra un punto en su partido ante Jannik Sinner.

Alcaraz celebra un punto en su partido ante Jannik Sinner. Reuters Reuters

Alcaraz no se arrugó desde el saque para poner el seis iguales con un juego en blanco y el tie break debía dictar sentencia y definir el resto del partido.

Los dos sacaron magistralmente y pronto llegó el 2-2. Ante la igualdad, apareció la magia del italiano. No falló desde el servicio para poner el 3-2 y se sacó una potente derecha paralela para el 4-2 que dejó helado a Alcaraz.

El murciano quiso lucirse con una dejada liftada que se le fue por poco y el tie break parecía cantado para el italiano: 6-2.

Alcaraz todavía tenía algo que decir y logró forzar el 6-3 y el 6-4 con un puntazo, pero Sinner acertó desde el saque: 7-4 y dos sets a cero para él.

Con 2 horas y 10 minutos de juego, el partido reflejaba una realidad incontestable: Sinner había ganado los 21 sets que había disputado en este Roland Garros.

Le faltaba un parcial para barrer a Alcaraz y llevarse su primer Grand Slam parisino de forma inmaculada.

Sinner devuelve un golpe muy forzado en el segundo set de la final de Roland Garros.

Sinner devuelve un golpe muy forzado en el segundo set de la final de Roland Garros. Reuters Reuters

El tercer set empezó con break para Sinner. Se las prometía felices el italiano, con todo de cara para poner la directa y sellar su victoria.

Pero Alcaraz tuvo una reacción de campeón con dos breaks consecutivos y se puso 3-1. Se tocaba la oreja y le pedía apoyo a una grada con mayoría favorable al español.

Donde antes había respuestas para todo, de repente, Sinner comenzó a cometer errores no forzados que daban oxígeno al español.

Con su cuarto juego consecutivo, Alcaraz puso a Sinner en una situación inédita en todo el torneo: debía reaccionar rápido para no perder su primer set.

Ninguno de los dos falló desde el saque y, con el 5-2, Alcaraz restaba para ganar su primer set. Sinner tenía que ganar 5 juegos seguidos para cerrar el torneo sin ceder ninguna manga.

No falló en el primero, firmando su quinto ace para cerrar el 5-3 y llegaba el turno del murciano, que sacaba para cerrar el parcial.

Sinner festeja un punto en la final de Roland Garros ante Alcaraz.

Sinner festeja un punto en la final de Roland Garros ante Alcaraz. Reuters Reuters

Tampoco lo hizo en el segundo. Jugó un tenis muy táctico y estuvo más listo que Alcaraz para hacer break en el momento más doloroso.

El reloj ya marcaba tres horas y el set entraba en su tramo decisivo: puerta grande o enfermería para Alcaraz.

El murciano restó con la energía del que se está jugando la vida y se puso 15-40. Tres bolas de set y Sinner, a punto de perder su primer set de Roland Garros.

Resolvió Alcaraz de volea subiendo a la red y se dejaba querer por la grada: vida extra para el español y cuarto set en camino.

Llegaba la hora de la verdad y los dos tenistas subieron de nivel. Cada punto era una batalla psicológica y ambos demostraron por qué son los dos mejores del mundo en la actualidad.

La potencia de los golpes de Sinner iba en aumento, aunque Alcaraz demostraba tener un punto más de variedad y genialidad en su juego. Para forzar la quinta manga, debía hacerlo todo perfecto.

Con 1-1 en el marcador, el tercer juego se le hizo cuesta arriba a Alcaraz. Sinner amenazaba con el break, pero se rehizo.

Alcaraz pide apoyo a la grada en la final de Roland Garros.

Alcaraz pide apoyo a la grada en la final de Roland Garros. Reuters Reuters

Los dos tenistas rayaban a un nivel altísimo, pero con 3-3 en el marcador, un break de Sinner en blanco volvía a romper la igualdad.

El italiano alternaba potentísimos golpes desde el fondo con detalles de exquisita técnica como la dejada cruzada con la que se llevó el aplauso de la Philippe-Chatrier.

Con 5-3 a favor y el servicio para Alcaraz, Sinner se puso 15-40 arriba. Tres bolas de torneo para él.

Pero Alcaraz firmó una remontada espectacular con cinco puntos consecutivos que obligaban a Sinner a sacar y a sacar para ganar.

Debía demostrar si realmente era humano o si, como dicen, es más bien un cíborgAlcaraz obró el milagro: break, 5-5 y el italiano completamente en shock

Sacaba Alcaraz con el viento psicológico a favor y confirmó el cambio de rumbo: juego en blanco, 6-5 y a restar para igualar un partido que estuvo perdido.

Sinner se recompuso y mandó el partido al tie break con el que se iba a escribir un capítulo clave de una rivalidad que apunta a histórica.

Tie break decisivo

Empezó 2-0 arriba el italiano, pero Alcaraz volvió a exhibir su fortaleza mental para darle la vuelta con cuatro puntos consecutivos. 

El italiano se cayó mentalmente en el momento decisivo y el cansancio comenzaba a notarse: tres errores consecutivos y 7-3 para Alcaraz.

El partido se marchaba al quinto set después de 4 horas y 13 minutos de partido. Sinner había dejado escapar tres bolas de torneo y ahora, Alcaraz tenía la confianza.

Quinto set

Sinner, humanizado por el vendaval tenístico de su rival, había dilapidado su ventaja y tocaba recomponerse en el parcial decisivo.

Alcaraz, mejor en lo físico y lo mental, siguió con su recital y rompió pronto a su rival. No se inmutaba Sinner, que lucía el mismo gesto que cuando ganaba dos sets a cero.

El español rompió a su rival y se disponía a sacar para ganar con 5-3, pero Sinner es de hierro, rompió a su rival y puso el 5-5 desde el saque.

La final ya era la más larga de la historia y los dos mejores tenistas del mundo se citaron en un super tie break en el que todo podía pasar.

La reacción de Sinner invitaba a pensar que, de nuevo, el italiano había retomado el pulso del partido.

Carlos Alcaraz celebra la victoria en Roland Garros.

Carlos Alcaraz celebra la victoria en Roland Garros.

Pero el desenlace no tuvo historia. Alcaraz salió en tromba y no sufrió en ningún momento. Pronto, el marcador lucía 7-0. No se podía escapar, aunque todo era posible en esta final.

Después de haber salvado tres bolas de partido en el cuarto set, Alcaraz revalidó su título de Roland Garros con un contundente 10-2 final.

La final había sido eterna, pero también para la eternidad. La remontada de Alcaraz y las lágrimas de Sinner al final demostraron que el italiano es humano.

Quizás el verdadero robot es Alcaraz. Imposible de desconfigurar, tocado por una varita y autor de una remontada a la altura del ídolo al que imita.Ya hay dos huellas imborrables en la Chatrier.