
El torero Morante de la Puebla sale por la Puerta Grande por primera vez en su trayectoria. Gtres
Morante de la Puebla triunfa en Las Ventas tras sus problemas de salud mental: sale a hombros rodeado de su mujer y sus hijos
El diestro padece una enfermedad que arrastra desde hace décadas. Se trata de un trastorno de la personalidad y bipolaridad.
Más información: La difícil situación de salud de Morante de la Puebla: el apoyo de su mujer y sus tres hijos y un regreso truncado a los toros
Calles cortadas, una plaza llena y una tarde épica que quedará para la historia del torero Morante de la Puebla (45 años). Este domingo, 8 de junio, se ha celebrado en la Plaza de Toros de Las Ventas, en Madrid, la Corrida de la Beneficencia.
Morante ya reapareció en la Feria de San Isidro, demostrando que está mejor de los problemas de salud que padece. No obstante, ahora ha vivido una tarde histórica en Las Ventas.
Huelga decir que el 12 de octubre, en el homenaje a Curro Romero (91), en La Maestranza de Sevilla, tuvo que causar baja por motivos médicos. El diestro no atravesaba un buen momento, ya que lleva casi 20 años lidiando con dolencias relacionadas con la salud mental.

Morante de la Puebla saliendo a hombros de Las Ventas. Gtres
Este pasado domingo, día 8, Morante de la Puebla ha cumplido su sueño después de 28 años en el mundo del toreo: ha salido, por primera vez, por la Puerta Grande, y lo ha hecho en la plaza madrileña. Rodeado de aficionados.
Morante ha sido aupado a hombros y acompañado desde Las Ventas hasta su hotel entre una multitud entregada. Este momento ha marcado un antes y un después en su trayectoria, tras casi tres décadas en el ámbito taurino.
Una de las características principales de un buen torero es la templanza ante el toro, y esto solo lo puede proporcionar la tranquilidad mental. Sin embargo, la vida de Morante de la Puebla no ha sido fácil en ese sentido. No es la primera vez que ha tenido que parar por un motivo similar.
¡Jo-sean-tonio!
— Chapu Apaolaza (@ChapuApaolaza) June 8, 2025
¡Morante de la Puebla! pic.twitter.com/RweJSCTIpU
Desde 2004, cuando tuvo lugar su primera retirada temporal por problemas psiquiátricos, hasta el pasado año, 2024, en que tuvo que interrumpir la temporada de forma indefinida por el agravamiento de su trastorno. Además, en los años 2007, 2017 y 2023, sus temporadas también se vieron afectadas por problemas de salud similares.
De hecho, incluso llegó a viajar a Miami para recibir tratamiento especializado. Morante padece un trastorno de la personalidad y bipolaridad.
La tarde del domingo, 8 de junio, se ha convertido en uno de los momentos más importantes de la carrera del diestro. No solo se trataba de su reaparición tras el último parón, sino también de la primera vez en su trayectoria que salía por la Puerta Grande.
Y lo ha hecho lidiando con problemas de salud y tras una gran recaída. En entrevistas previas a este regreso, el propio Morante de la Puebla reconocía que aún seguía "luchando con su cabecilla" y que no estaba "recuperado totalmente", pero que se sentía lo suficientemente bien como para volver a los ruedos. Y sí, lo ha hecho marcando un hito en la temporada y escribiendo una página inolvidable en su trayectoria profesional.

José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo en Las Ventas. Gtres
En esta gran tarde, el torero se ha coronado con dos orejas en Las Ventas, una a cada uno de sus toros de Juan Pedro Domecq. Lo ha hecho bajo la atenta mirada de personajes públicos como Victoria Federica (25) y su madre, la infanta Elena (61), José Ortega Cano (71), Teresa Urquijo (28), José Luis Martínez-Almeida (50) e Isabel Díaz Ayuso (46).
El diestro ha estado arropado en este trance por su esposa, Elisabeth Garrido, y sus tres hijos: María (13), Lola (11) y José Antonio (17), fruto de una relación anterior.
A esta red de apoyo se suma su apoderado, Pedro Marqués, quien ha sido el encargado de informar sobre su estado de salud en cada una de sus ausencias públicas: "No responde a los antidepresivos", informó durante su último retiro.
Ahora, Morante de la Puebla parece estar atravesando uno de los mejores momentos de su carrera, y los aficionados quisieron celebrarlo con él, acompañándolo desde su regreso al ruedo hasta la puerta de su hotel. Las calles aledañas a Las Ventas, en Madrid, se llenaron de seguidores que coronaron con su entusiasmo una tarde épica para el torero.