
La socialité Isabel Preysler en una fotografía tomada en Madrid, en octubre de 2024, en su último acto público. Gtres
Isabel Preysler, ¿en apuros económicos? Analizamos con una experta su caída de ingresos y su imagen tras 'desaparecer'
Hace unos días, en un programa, se aseguró que Preysler está atravesando "graves dificultades económicas y dependería del apoyo de sus hijos".
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El pasado mes de enero, EL ESPAÑOL se hizo eco de la suerte de desaparición pública de la socialité Isabel Preysler (74 años). Casi cinco meses han pasado desde la última vez que se vio en un evento social a la reina de corazones. Fue en octubre de 2024 cuando la filipina fue inmortalizada por las cámaras en los Premios Mujer Hoy.
Ese día, acompañada por sus hijas Tamara Falcó (43) y Ana Boyer (35), Isabel derrochó elegancia y simpatía. Nada más se volvió a saber de ella. Se aseguró, desde su entorno, que no había de qué preocuparse: Preysler está bien e iba a retornar en breve. No obstante, el tiempo pasa y esa rentrée no acontece. ¿A qué se debe este silencio repentino?
Sólo este periódico, en exclusiva, fotografió a la exmujer de Julio Iglesias (81) el pasado 31 de enero,en el barrio de Chamberí, en Madrid. Isabel acudió a la peluquería y este diario la captó a su entrada. De nuevo, tras esas fotos, el silencio. En los últimos días, se ha conocido que la empresaria podría estar atravesando en delicado trance económico.

Isabel Preysler en la Pasarela Cibeles Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, en 2024. Gtres
En concreto, fue el programa TardeAR, el pasado día 18, el que informó, de la mano del periodista Juan Luis Galiacho y El cierre digital, que la socialité estaría pasando "graves dificultades económicas y que necesitaría la ayuda de su hijo, Enrique Iglesias (49), para llegar a fin de mes".
"La situación de Isabel Preysler evidentemente no es la mejor. Y, bueno, también es evidente que Enrique ha tenido a su madre como su ojito derecho y siempre le ha ayudado. (...) El chalé que en estos momentos tiene en Puerta de Hierro es enorme. Un coste que podremos cifrar en torno a 10.000 euros mensuales, como mínimo", agregó el citado profesional.
"Lo ingresos publicitarios de Isabel ya no son los mismos. Están en caída. Una vez muerto Miguel Boyer, también sus cuentas bancarias sufrieron bastante deterioro, contado por su hija. Isabel justifica eso con que fueron muchos los gastos que tuvo que mantener para cuidarlo", se remachó. ¿Qué hay de cierto en todo esto?
EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto, por un lado, con una buenísima amiga de Isabel. Por el otro, con una opinión experta, la de Arantxa Pérez, directora de la agencia Influgency, que analiza la imagen y la proyección pública actual de uno de los personajes del corazón más fascinantes.

Isabel Preysler hablando con su chófer, antes de entrar en la peluquería, el pasado mes de enero. Clipper
La amiga de Isabel se ríe directamente cuando se le plantea el rumor de ruina económica. "Eso no hay por dónde cogerlo. ¿Qué tontería es esa? Isabel genera cuando le apetece. Ya te digo que de ruina nada. Ya la quisiera para mí". Dicho esto, la experta en imagen Arantxa Pérez lo tiene claro: "Yo no creo que ella esté en la ruina: ella ha decidido a nivel personal descansar del ajetreo".
"Ella, con la capacidad patrimonial y de cash, no considero que tenga apuros. Tiene para vivir de rentas lo que le quede de vida. Ha habido un descenso de ingresos, pero no por falta de interés. Su imagen está igual que siempre, porque es una persona que no da qué hablar. Creo que es un tema a nivel personal, que ella sienta que es tiempo de retirarse", opina Pérez.
"Ha optado por un tiempo sabático, o puede que sea algo más permanente, como la jubilación, pero en ambos casos lo ha hecho muy bien. Sin dar qué hablar. Todos vamos a sacar la misma conclusión: es una mujer elegante, que sabe estar. En comparación con otras famosas, lo está haciendo muy elegante, como ha sido su vida", agrega esta profesional.
Sostiene la directadora de la agencia Influgency que es verdad que "no la estamos viendo en ningún sitio, ni hace campañas. La última donde la vimos, que fue sorprendente, fue en el evento de Multiópticas Mó. Fue sorpresivo, porque fue una campaña muy de influencer. Era una campaña muy enfocada a tiktokers, a gente joven".

Preysler en los premios Elle Style, en 2024.
"Antes la veíamos más porque estaba con Mario Vargas Llosa (88). Antes, hacía eventos de jet set, ahora no". Aclara esta mujer que Isabel tiene una imagen pública impoluta: "Isabel siempre ha sido un personaje bastante blanco y ha tenido una reputación muy cuidada. Ha sabido saber estar en las buenas y en las malas. No tengo imagen que tenga que recuperar o solventar, y que por eso esté callada".
El silencio de Preysler, además, y de forma totalmente indirecta, está generando una mayor expectación: "Como todo el mundo estamos preguntando por ella, cuando venga una contratación la cerrará con muchísima más capacidad de percibir ingresos de los que tenía hasta ahora. Porque está generando intriga".
Termina su explicación Arantxa Pérez analizando las redes sociales de la filipina: "Su perfil de redes me sorprende. Es llamativo que tenga un número de seguidores tan bajo, por ser quién es. No tiene pocos, pero me imaginaba uno o dos millones".
La decisión de Isabel
Isabel no se ha ido de la primera línea; seguirá acudiendo a actos públicos. Eso sí, con menos frecuencia. "Hace tiempo que pisó el freno", opina la citada fuente. Ella misma ha ido deslizando, de un tiempo a esta parte, que su vida social va espaciándose por decisión propia.
El pasado octubre, en su última aparición, habló directamente de una "retirada" en su horizonte. "Debo de estar haciéndome muy mayor porque últimamente me están dando mucho premio. Creo que está llegando el momento en que empiece a retirarme y os deje a mis niñas, que son mucho más graciosas y divertidas que yo. Y ya no os quiero ni contar cómo son mis nietos", contó.

Isabel Preysler en una fotografía captada en la capital de España, el año pasado. Gtres
Desde que Preysler rompió su relación amorosa con Vargas Llosa, han sido varias las ocasiones en que ha proclamado su inmensa felicidad al explorar un estado civil que hacía tiempo que no protagonizaba: la soltería.
"Estoy encantada, feliz. Es la primera vez que he estado tanto tiempo soltera desde los 18 años. Es necesario", manifestó en septiembre del pasado año. En aquel evento, eso sí, dejó entrever que, quién sabe, lo mismo el amor volvía a su vida: "No me cierro".