El endocrino Francisco Rosero.

El endocrino Francisco Rosero.

Salud

Francisco Rosero, endocrino: "El 90% de las personas con diabetes tipo 2 puede revertirla sin medicación perdiendo peso"

Hoy en día sabemos que es posible la curación de una de las enfermedades más prevalentes sin medicación, algo impensable antiguamente.

Más información: Golpe a la diabetes tipo 2: así es la nueva dieta que permite 'curar' la enfermedad y decir adiós a la medicación.

Publicada

La diabetes tipo 2 es el trastorno metabólico más prevalente en el mundo occidental, rozando hasta un 15% en países como España. Aunque existen multitud de fármacos para controlar esta enfermedad, incluyendo los modernos y conocidos inyectables para perder peso y cuya función original era precisamente mejorar el tratamiento de la diabetes, la realidad es que la mayoría de estos no logran una curación total de la enfermedad. De hecho, hasta hace tan solo unos pocos años, se hablaba de la diabetes como una enfermedad crónica e incurable.

Sin embargo, la diabetes sí tiene cura, al menos la diabetes tipo 2. Si bien es cierto que no es algo sencillo y se deben cumplir ciertos requisitos, cada día existe más evidencia alrededor de la posible curación o remisión de esta enfermedad. Recientemente, el endocrinólogo Francisco Rosero ha vuelto a hablar sobre este tema en uno de sus reels de Instagram.

Rosero es conocido por su divulgación alrededor de la endocrinología y distanciada del uso de medicación, siempre que sea posible. Como ya ha esgrimido en muchas de sus publicaciones en redes sociales, y como también confirma la evidencia científica actual, el estilo de vida sería clave para modificar y llegar a revertir patologías como la mencionada diabetes tipo 2. Y sin medicación.

Como él mismo argumenta, "se puede revertir la diabetes tipo 2 sin medicamentos, y no lo digo yo, lo dice la ciencia. Un análisis de 22 estudios clínicos encontró que cuando se logra perder el 20% del peso corporal, el 90% de las personas con diabetes pueden revertir la enfermedad"

El estudio al que hace referencia Rosero se publicó recientemente en la revista The Lancet Diabetes & Endocrinology. Como explica el endocrinólogo, revertir la enfermedad implicaría mantener la glucosa en un rango normal sin la necesidad de tomar ningún tipo de medicamento. Además, esta remisión sería independiente del género o la edad.

Además, explica, no solo sería posible revertir la diabetes tipo 2, sino también otras dolencias como la prediabetes y la resistencia a la insulina, que no son más que estadios previos al desarrollo de esta enfermedad. Además, el secreto no estaría solo en la mencionada pérdida de peso, sino también en la forma en la que se llega a dicha reducción de peso.

Según el estudio, a mayor pérdida de peso, mayor sería el porcentaje de éxito: la pérdida de un 30% de peso corporal lograría que el 80% de los pacientes alcanzasen la remisión de la diabetes; perder entre un 20-29% del peso lograría la remisión en un 50% de los casos, y perder entre un 10-19% del peso lograría la remisión parcial en algunos casos, pero no la remisión completa.

Respecto a la forma de perder peso, este estudio destacaría que no solo se trataría de cantidad, sino también de calidad, o más bien del enfoque utilizado. Llevar a cabo una pérdida de peso estructurada y supervisada sería clave, como es el caso del uso de las dietas de reemplazo total usadas en el conocido programa DiRECT. En dicho programa, implementado en Reino Unido, se usaban dietas líquidas de poco más de 800 kcal/día durante 3-5 meses, seguidas de una reintroducción gradual de alimentos sólidos y apoyo continuo.

Este enfoque, ya en su momento, logró la remisión del 46% de los casos al año, y del 36% tras el paso de dos años. Sin embargo, a los cinco años, solo el 13% de los participantes mantuvieron dicha remisión. Por tanto, no solo sería necesario perder una gran cuantía de peso, sino que también habría que mantener dicha pérdida en el tiempo.

En este caso, cabría recordar la necesidad de realizar profundos cambios en el estilo de vida, aumentando la actividad física de forma progresiva y constante, y adoptando otros patrones dietéticos, como la conocida dieta mediterránea.