La nutricionista Marta Verona advierte sobre el atún en lata: "No deberías superar estas latas a la semana por el mercurio"

El atún en lata es uno de los alimentos más habituales en la mayoría de cocinas y despensas en España. Una solución rápida, sabrosa y llena de proteínas para completar cualquier comida, cena, desayuno o merienda saludable. Sin embargo, su consumo preocupa por un contaminante: el mercurio.

Un metal pesado que cuando llega al agua es transformado por las bacterias en metilmercurio (su forma más tóxica), el cual es absorbido por los peces pequeños, los cuales a su vez son el alimento de los peces grandes y es ahí cuando el mercurio comienza a acumularse en muchos de los peces que consumimos. El atún es precisamente uno de ellos.

Aquí es donde entran en juego los consejos de los expertos y nutricionistas, quienes advierten sobre la importancia de no superar la ingesta semanal tolerable de atún en lata. Una ingesta que según la nutricionista Marta Verona, se situaría en un máximo de seis latas semanales.

"El mercurio es un metal pesado que se acumula en la grasa. Por eso, los pescados azules, que son los que más grasa tienen, son los que más acumulan este metal", explica Marta Verona. La nutricionista añade que "cuanto más grande sea el pescado azul, mayor cantidad de mercurio tendrá. Eso es porque el pez grande se come al pez pequeño, acumula el mercurio del pequeño y el suyo".

Verona destaca también aquellas variedades de pescado azul con las que tenemos que tener más precaución: el atún rojo, el pez espada, el cazón o el lucio. Estos grandes depredadores concentran más mercurio en sus tejidos. Por ello, su consumo debe ser limitado, especialmente en niños y mujeres embarazadas.

Atún en lata: cuánto se puede comer

¿Qué sucede con el atún en lata? "El atún en lata se hace con variedades de atún mucho más pequeñas, como el atún blanco o el atún claro. Por lo tanto, tiene mucha menos cantidad de mercurio", aclara Verona.

Esto significa que su consumo puede ser más frecuente dentro de unos límites razonables. "Un kilo de atún en lata tiene aproximadamente 0,28 mg de mercurio. Si una lata tiene 52 gramos, su cantidad de mercurio aproximadamente será 0,15 microgramos", explica.

Esta cifra está muy lejos de la ingesta semanal tolerable de mercurio. "Es unos 90 microgramos para una persona de 70 kilos", especifica la nutricionista. El cálculo final que ofrece Marta Verona es claro: "Lo que se traduce en unas 5 o 6 latas de atún a la semana en función del peso". Así, para un adulto medio en España, un consumo de hasta seis latas semanales no supondría ningún riesgo según la experta.

Cómo afecta el mercurio a la salud

La toxicidad del mercurio depende de su forma química. Los compuestos orgánicos, como el metilmercurio, son especialmente peligrosos y están considerados por la Organización Mundial de la Salud entre los seis contaminantes químicos más nocivos para el medio ambiente.

Este metal puede dañar varios órganos y sistemas del cuerpo humano, como el sistema nervioso, los riñones, el hígado y los órganos reproductivos. No obstante, el mayor riesgo es su efecto neurotóxico.

El mercurio puede interferir en el desarrollo del sistema nervioso, siendo especialmente crítico durante el embarazo, una etapa donde la exposición debe ser mínima para evitar daños en el cerebro en formación del feto.