Un avión Piaggio llegado a Burgos desde Londres Southend @burgosaeropuert
La final de la UEFA bloquea el aeropuerto de Burgos y lo convierte en un inesperado centro de aviación europeo
Ningún avión privado ajeno al evento futbolístico ha podido aterrizar en su aeropuerto, salvo que se tratara de vuelos médicos o de Estado.
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El Aeropuerto de Burgos se ha convertido en las últimas horas en un inesperado epicentro de la aviación ejecutiva, con motivo de la Final de la Europa League disputada este miércoles 21 de mayo entre el Manchester United y el Tottenham Hotspur, dos equipos ingleses.
La importante cita deportiva ha desatado un auténtico aluvión de vuelos privados, especialmente procedentes del Reino Unido, que ha situado a las instalaciones burgalesas en el foco de la actividad aérea internacional.
Algo poco habitual ya que el aeropuerto de Burgos no suele contar con muchos viajes. Como dato, registró el pasado mes de abril solo 1.051 viajeros.
Mientras el Aeropuerto de Bilbao ha rozado el colapso con más de 700 operaciones previstas en solo tres días, y aeropuertos cercanos como los de Vitoria y Santander se ven también desbordados, Burgos ha emergido como una alternativa clave para la aviación privada durante estos días.
Según recoge la cuenta especializada @burgosaeropuert en la red social X, durante la jornada del martes ya comenzaron a aterrizar los primeros jets privados procedentes principalmente de Londres y Manchester.
Este miércoles se mantuvo el ritmo, con una decena más de llegadas previstas, y se esperan operaciones similares para este jueves, cuando los aficionados regresen tras la final.
Entre las aeronaves que han aterrizado se incluyen aparatos procedentes no solo del Reino Unido, sino también de Milán y Madrid, confirmando la dimensión europea del evento.
Uno de los primeros en tomar tierra fue un llamativo Piaggio procedente del aeropuerto de Londres Southend.
Debido al volumen extraordinario de tráfico y a la prioridad operativa para vuelos relacionados con la final, el aeropuerto ha emitido una instrucción excepcional.
Ningún avión privado ajeno al evento futbolístico podrá aterrizar hoy ni mañana en Burgos, salvo que se trate de vuelos médicos o de Estado.
Este jueves se prevé un segundo día frenético con el retorno de los aficionados y comitivas, completando así un episodio inédito en la historia reciente del Aeropuerto de Burgos, que ha vivido estas jornadas como un improvisado protagonista del mayor evento deportivo del continente esta semana.
